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lunes, julio 07, 2008

Estados fallidos

Ahora que el gobierno peruano está sudando la gota fría por el paro nacional del 9 de julio, me ha venido a la mente uno de los artículos de Oswaldo de Rivero acerca de lo que él llamó, los "estados inviables" o "entidades caóticas ingobernables" (ver aqui). De acuerdo con este autor, en los últimos cincuenta años:
En lugar de un proceso de desarrollo, lo que estamos presenciando, en muchos casos, es un proceso de inviabilidad económica nacional y el colapso de muchos de estos cuasi Estados Naciones de Africa, América Latina y de Asia, en verdaderas Entidades Caóticas Ingobernables. Este proceso de no-desarrollo que conduce a la inviabilidad nacional se debe sobre todo a factores estructurales, culturales, ideológicos y ecológicos.
El día de ayer, a través del portal de Development Gateway, recibí el reciente informe del índice 2008 de "Estados Fallidos" o "Estados Inviables" (ver aquí), usando la terminología riveriana. A continuación la lista de 60 de los 177 países analizados, donde se encuentra incluido el Perú.

Este ranking se compone de 12 indicadores, agrupados en 3 dimensiones tal como se muestra a continuación:

Indicadores sociales
  1. Crecientes presiones demográficas: Presiones derivadas por una elevada densidad poblacional relativa a la oferta de alimentos y otros recursos para básicos para sobrevivir.
  2. Movimiento masivo de refugiados o personas desplazadas internamente creando complejas emergencias humanitarias
  3. Legado grupal de búsqueda de venganza: debido a patrones de atrocidades cometidas con impunidad hacia grupos comunales, exclusión política institucionalizada, etc.
  4. Huida humanitaria masiva: Emigración voluntaria de la "clase media", particularmente de segmentos poblacionales de economías productivas, tales como empresarios, gente de negocio, artesanos y comerciantes, debido al deterioro de la economía nacional, etc.
Indicadores económicos
  1. Desarrollo económico desigual: Desigualdad entre grupos, o desigualdad percibida, en educación, empleo y estatus económico; Empobrecimiento entre grupos medido por niveles de pobreza, tasas de mortalidad infantil, niveles educativos; Levantamiento de movimiento nacionalistas basados en desigualdades grupales percibidas o reales.
  2. Recesión aguda y severa de la economía: Un patrón económico recesivo de la sociedad en su conjunto medido por el ingreso percápita, deuda, tasas de mortalidad infnatil, niveles de pobreza, quiebra de negocios, etc; Súbida caida en los precios de las materias primas, el ingreso por comercio, inversión extranjera o pagos de deuda; Extrema penuria social impuesta por programas de austeridad económica; Incremento de economías subterráneas, incluyendo el comercio de drogas, contrabando, capitales golondrinos; Incremento de los niveles de corrupción y transacciones ilícitas entre la población; Incapacidad del Estado para pagar los salarios de los empleados del gobierno y las fuerzas armados o para cumplir con otras obligaciones para con sus ciudadanos, como por ejemplo, los pagos pensionales.
Indicadores políticos
  1. Criminalización y deslegitimación del gobierno: Amplia pérdida de confianza popular en las instituciones del Estado y sus procesos; Resistencia del gobierno a la transparencia, rendición de cuentas y la representación política.
  2. Deterioro progresivo de los servicios públicos: Desaparición de funciones básicas estatales que sirven a la gente, incluyendo la falla para proteger a los ciudadanos del terrorismo y la violencia, y para proveer servicios esenciales, tales como salud, educación, sanidad y transporte público.
  3. Suspensión o aplicación arbitraria del imperio de la ley y amplia violación de los derechos humanos. Incremento del número de prisioneros políticos, estallido de violencia política en contra de civiles inocentes, surgimiento de un gobierno militar o dictatorial donde las instituciones democráticas son suspendidas o manipuladas.
  4. Aparato de seguridad opera como un "Estado dentro del Estado". Surgimiento de guardias de elite que operan con impunidad; surgimiento de milicias privadas que reciben auspicio o financiamiento del Estado para aterrorizar a oponentes políticos, enemigos sospechosos, o civiles que forman parte de la oposición; surgimiento de una "armada dentro de la armada" que sirve a los intereses de la cúpula de poder en la armada o el gobierno; etc.
  5. Surgimiento de facciones en las elites: fragmentación de elites en el gobierno y de las instituciones del Estado; uso de retórica nacionalista por parte del gobierno, muchas veces con referencia a reivindicaciones comunales, religiosas o étnicas.
  6. Intervención de otros Estados o Actores políticos externos: Intervención de los donantes, especialmente si existe una tendencia hacia la sobredependencia de la ayuda externa o misiones de paz, etc.
Comparado con los casos de países como Somalia o Myanmar (Birmania), el Perú aparece en el ranking con un puntaje que demostraría una sociedad relativamente estable: 76.4, lo que, no obstante nos posiciona en el puesto 85 de 176, es decir, la mitad superior de los Estados Fallidos. Este puntaje no salva al país de ser calificado dentro del grupo "en el límite" o "al borde de" convertirse en fallidos. En el 2007 fuimos calificados por el mismo ranking como "En peligro". Ha habido una cierta mejora, resultando un mapamundi como el siguiente:

Por otra parte, los puntajes de los indicadores parciales para Perú, revelan que el problema más grave sería el desarrollo económico desigual (algo en lo que particularmente estoy de acuerdo), en segundo lugar la existencia de un aparato de seguridad que opera como "un Estado dentro del Estado" (quizá el emblema de Giampietri como vicepresidente sea elocuente, o tal vez, pensandolo mejor, la férrea defensa del lugarcito de Luis Alva Castro al frente del Ministerio del Interior) y finalmente, la masiva migración de la clase media (¿Levante la mano el que no tenga un amigo que buscó un mejor futuro en USA o Europa, a como de lugar?).

Entre los indicadores que revelarían un mejor desempeño, se encuentra el indicador de los desplazados, que en mi opinión, aunque se ha resuelto el tema del regreso a sus comunidades, no se ha resuelto el problema de la exclusión social. En segundo lugar, se encuentra la suspensión o aplicación arbitraria de derechos o del imperio de la ley, lo que probablemente habríamos tenido una mala calificación si estuvieramos durante el gobierno de Alberto Fujimori. Finalmente, aparece el indicador de la recesión, el cual, parece no tener problemas hasta hoy, pero que ante una eventual caída de los precios de los minerales sumiría al país en la vastedad de la pobreza y la desigualdad más fuertes nunca antes conocida.

En suma, creo que el informe es bastante útil para tener una lectura interna y comparativa respecto de temas clave para el buen gobierno de nuestro país y evitar así, la inviabilidad. ¿Decidirá García tomar el problema de la desigualdad por las astas? Es algo que su popularidad se lo irá reclamando cada vez más. Si no, será un gobierno fallido o uno que prepare al Perú para un gobierno que si lo será.

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