POLITEKONGPT

viernes, abril 24, 2009

Las trampas del optimismo

Corría el año 1974. El hecho de que el Perú había logrado un crecimiento vigoroso del 8.8%, en contraste con la caída de -0.5% de los Estados Unidos, hacía afirmar que el país tenía sólidos fundamentos para sostener el crecimiento económico, a pesar de la crisis. Pero la historia demostró que el Perú cayó. Y lo hizo bastante fuerte tocando fondo en 1978 (-3.8%) tardando en recuperar la senda del crecimiento perdida luego de casi 30 años. Por el contrario, en los Estados Unidos la recesión duró poco. Los años ochenta y noventa mostraron al mundo un largo periodo de crecimiento americano que apenas fue resentido por las crisis financieras sucesivas (Asia, Rusia, México y Brasil) de fines del milenio pasado.

Otra vez, a fines del siglo XX, surgió la tesis optimista de que las crisis no afectarían las sólidas bases de la economía peruana. Lo cierto es que de tener una tasa de crecimiento de 6.9% en 1997 pasamos a -0.7% en 1998 y 0.9% en 1999. Afortunadamente, la recuperación fue rápida. Probablemente porque el epicentro de la crisis no fue en los Estados Unidos. Probablemente porque el afán reeleccionista de Fujimori puso en práctica un plan anticrisis que no estaba previsto haciendo que el gasto público se incrementara notablemente haciéndola llegar a todos los rincones del país. Pero aún así, las consecuencias fueron inevitables: la pobreza volvió a mostrar los mismos niveles de principios de los años noventa.

Magullado pero conectado al mundo, el Perú pudo arribar a una nueva y espectacular etapa de crecimiento alentado por el dinamismo del comercio y las finanzas globales a escalas nunca antes vistas. Los precios internacionales de los productos mineros inflaron positivamente los resultados macroeconómicos no sólo del Perú sino del mundo entero. Y por ahí, aparecieron varias voces ‘científicas’ que llegaron a afirmar que el Perú era al fin un “milagro económico” que celebrar el 2021. 200 años de vida republicana libre, decían. Hasta que la crisis americana se pronunció.

Nuevamente la tesis optimista reapareció. El Perú “está blindado” espetó García. El 2008 crecimos a 9.8% mientras que Estados Unidos se desaceleró a 1.1%. El 2009 se espera que el Perú crezca a 3.5%, por encima de la media mundial y por encima de la media latinoamericana, en tanto que Estados Unidos caerá en -2.8% y el 2010 crecerá 0%. Con estas previsiones hasta el primer ministro se arrimó a la tesis optimista del “país estrella”. El problema es que tal como ocurrió en 1974, ese optimismo no está basado en los hechos. 

Las trampas del optimismo sobre el desempeño macroeconómico, tal como señala The Economist, es que, en primer lugar, las cifras positivas en medio de una crisis no son símbolo de una recuperación sino más bien de una lenta pero segura caída de la economía. En segundo lugar, es que la confianza exagerada en las pocas noticias positivas crea una ruinosa complacencia: “El optimismo es una cosa, pero la arrogancia de que la economía mundial está volviendo a la normalidad podría obstaculizar la recuperación y así bloquear las políticas que nos protegerán contra una mayor caída en las profundidades”. 

El mundo que se asoma será muy distinto al que hemos conocido hasta hace poco, debido al aumento desproporcionado de las deudas públicas no sólo de los países en vías de desarrollo como el nuestro, sino fundamentalmente de los países industrializados, lo que nos remitirá a un nuevo ciclo de sojuzgamiento de parte de las IFIs que podría durar otros treinta años. Es irresponsable pensar que un plan anticrisis salvará al país. Es hora de que el Perú se tome en serio eso de las políticas de desarrollo. Si no, la convulsión social nos acompañará de formas terribles e indeseables haciendo que repitamos una historia que no queremos volver a sufrir.
-------------------------
Fuente del gráfico: The Economist

domingo, abril 19, 2009

Sin IFIs, no hay paraísos fiscales

La apuesta por un renovado liderazgo del FMI y de la Banca Multilateral para apoyar a los países que serán afectados por la recesión mundial, en un nuevo marco regulatorio de las finanzas internacionales, y, la eliminación definitiva de los paraísos fiscales en el mundo entero con la finalidad de proteger los ingresos fiscales, parecen ser los dos principales acuerdos a saludar logrados por el G20 en su reciente reunión celebrada en Londres.

Al menos lo debería ser para América Latina. Esta región que ha sufrido los embates ideológicos del FMI en asociación con el BM y el BID al implementar recomendaciones de política tan perniciosas para la recaudación tributaria como las siguientes:

  • -     La reforma tributaria consiste ante todo en una mejora de la eficiencia de la administración tributaria antes que incrementar más impuestos.
  • -       El equilibrio fiscal se logra a través de una racionalización del gasto público antes que en un incremento de los ingresos fiscales.
  • -      La descentralización fiscal puede poner en riesgo la disciplina fiscal que tanto esfuerzo habría costado a los Estados latinoamericanos, por tanto se debe re centralizar la política fiscal.

Estas políticas han traído como consecuencia una competencia nefasta entre los países de América Latina para demostrar quien tiene el mejor y más eficiente sistema de recaudación de impuestos, en vez de coordinar una política regional para establecer impuestos a las sobreganancias obtenidas por las compañías transnacionales que se han alojado en sectores económicos altamente rentables como lo son la minería, el petróleo y en los últimos años, por la especulación financiera, los alimentos.

De esta manera, las IFIs han estado contribuyendo con el nacimiento de paraísos fiscales en la región. De acuerdo con un estudio de Christian Aid, a pesar que no se podría llamar a algunos países de América Latina como paraísos fiscales, se ha mostrado cómo varios de estos países han establecido regímenes impositivos privilegiados para promover la inversión extranjera directa. Otro estudio, realizado por la Red de Justicia Tributaria, ha demostrado cómo algunos de los paraísos fiscales actualmente reconocidos (según la reciente lista publicada por la OCDE) se encuentran bien integrados al sistema de comercio de materias primas entre América Latina y Europa ayudando así a los grandes capitalistas a evitar el pago de impuestos necesarios para el desarrollo de la región.

Finalmente, las IFIs han recomendado continuamente a los gobiernos latinoamericanos una racionalización del gasto social con instrumentos supuestamente objetivos como la focalización, en vez de dejar que los gobiernos latinoamericanos introduzcan cambios en sus sistemas impositivos a fin de recaudar más impuestos para financiar sus gastos. Si alguno de los gobiernos osaba discutirlo o proponerlo, las IFIs señalaban que se introducía “ruido político” al modelo provocando automáticamente que el país sea menos atractivo para la IED y para los préstamos que las IFIs podrían seguir otorgando. Con este tipo de discursos, las IFIs terminaron por ahogar cualquier iniciativa concreta que propusiera incrementar de manera justa los ingresos fiscales por parte de los gobiernos.

La consecuencia inmediata de estos procesos es que no ha habido una redistribución efectiva del ingreso nacional, aumentando la desigualdad. Los conflictos sociales han sido una muestra clara de este descontento, al punto que el BID ha llamado a esta etapa del boom del crecimiento económico latinoamericano, sin mejora de la redistribución, como la paradoja del crecimiento infeliz. Este es un problema que pudo haber sido evitado si se hubiera implementado una política de descentralización fiscal que acercara más a los gobiernos locales con sus ciudadanos. Sin embargo, las IFIs recomendaron una mayor centralización para asegurar el equilibrio fiscal a costa del proceso de descentralización.

En suma, podemos advertir que hasta la fecha las IFIs han promovido un modelo de crecimiento sin redistribución para América Latina. En contraste, los paraísos fiscales han proliferado fortaleciéndose y se los ha presentado como un ideal a aspirar por parte de los países en desarrollo. En ese sentido, el horizonte propuesto por el G20, dada la experiencia previa de la región, es bastante ilusorio porque aparece como contradictorio. A menos que la refundación de las IFIs sea verdadera, y las finanzas sean puestas al servicio de la humanidad.

------------------------------------

Lea esto también en Bretton Woods Project

viernes, abril 17, 2009

Without IFIs, There are no tax havens

Two main agreements reached by the G20 in its recent meeting held in London that should be welcomed: The reliance on a renewed leadership of the IMF and Multilateral Development Banks to support the countries that will be affected by the world recession within a new regulatory framework of international finance; and the final elimination of tax havens all over the world, aiming at protecting fiscal income.

Latin America has suffered the ideological attacks of the IMF in association with the World Bank and Inter American Development Bank (IDB) trough the implementation of policy recommendations that were pernicious for tax collection, such as the following:

  • Tax reforms focussing on improving the efficiency of tax management rather than increasing taxes.
  • Achieving fiscal balance by means of streamlining public expenditure rather than by increasing fiscal income.
  • Arguing that fiscal decentralisation may put the fiscal discipline that demanded so much effort from Latin American states at risk, so a fiscal policy should be re-centralised.

These policies have brought as a consequence an ill-fated competition between countries in Latin America over which one has the best and most efficient tax collection system, instead of coordinating a regional policy aimed at levying a tax on excess-profits earned by transnational companies in highly profitable economic sectors such as mining, oil, and in recent years - owing to financial speculation - the food sector.

Thus, IFIs have been contributing to the advent of tax havens in the region. According to a study by Christian Aid, in spite of it not being possible to consider some Latin American countries as tax havens, it has been shown that several of these countries have established privileged tax systems to promote foreign direct investment (FDI). Another study carried out by the Tax Justice Network, has shown that some of the currently known tax havens (according to the recent list published by the OECD) are well integrated into the trade system of raw materials between Latin America and Europe, thus helping large corporations to avoid payment of taxes necessary for the development of the region.

Finally, IFIs have constantly recommended Latin American governments streamline social expenditure with supposedly unbiased instruments such as the focalisation of expenditure, instead of letting Latin American governments introduce changes to their tax systems in order to collect more taxes to finance their expenditure. If any of these governments dared to discuss or propose this, IFIs pointed out that they were introducing 'political noise' to the model, thus immediately making the country less attractive for FDI and for the loans that IFIs may continue to grant them. With this kind of discourse, the IFIs managed to supress any specific initiative aimed at fairly increasing fiscal income by governments.

The immediate consequence of these processes is that there has not been an effective redistribution of domestic income, thus increasing inequality. Social conflicts have been a clear example of this discontent, to the point that the IDB has identified this stage of the Latin American economic boom - without improvements in terms of redistribution - as an unhappy growth paradox. This is a problem that could have been avoided provided a fiscal decentralisation policy aimed at further linking local governments to their citizens had been implemented. However, IFIs recommended greater centralisation in order to ensure fiscal balance at the expense of the decentralisation process.

In short, until now IFIs have promoted a growth model without redistribution for Latin America. On the other hand, tax havens have proliferated, have been reinforced and have been presented as an aim to be reached by developing countries. In this sense, the perspective proposed by the G20 - given the previous experience of the region - is quite illusory since it appears to be contradictory. Unless the reform of IFIs is true, and finance is put at the service of humankind.

Read this also in The Bretton Woods Project

viernes, abril 10, 2009

La crisis de 2009 es la crisis de 1974

Escuchando a Oscar Ugarteche en un evento realizado en Forum Solidaridad Perú, caí en cuenta sobre los repetidos dejavus de la historia económica del Perú. Ya había escuchado hablar muchas veces sobre este tema, pero no había reparado en lo crucial que es entender esto para no repetir la misma historia. Hablo específicamente sobre el tema del impacto de la crisis norteamericana y el tiempo que le toma a ella para afectar a nuestra economía.

Observando las tasas de variación del PIB real de los Estados Unidos y el Perú desde 1970 es posible advertir al menos tres crisis americanas (cuando la variación de su PIB fue menor que cero) que impactaron con cierta demora, pero impactaron finalmente en nuestra economía. Las fuentes de datos han sido el BCRP para el caso de Perú y la BEA para el caso de los Estados Unidos.


De los datos, he identificado tres caídas, para tratar de hacer una tipología, identificando algunas características de las mismas. La primera es que cuando la variación del PIB americano es menor a cero, es cuando se puede apreciar un impacto, demorado, en la variación del PIB peruano. La segunda es que el PIB peruano cae mucho más profundamente que el PIB americano. La tercera es que hay una demora entre la caída del PIB americano y la del PIB peruano siendo la más larga la ocurrida entre 1974 y 1978, y las más cortas fueron las de 1982/1983 y 1991/1992.

Cuales de estas crisis se parecen a la actual situación? De acuerdo con Ugarteche estaríamos en una situación muy parecida a la de 1974, cuando la economía americana se desplomaba en -0.5% mientras que el Perú crecía a 8.8%. Pero entonces, la recesión americana sólo duró dos años (en 1975 cayeron un 0.2% adicional), mientras que el Perú tuvo un aterrizaje leve de 4.4%, 1.2%, 0.6% y luego una caída pasmosa a -3.8%, entre 1975 y 1978 respectivamente. 

Intenté encontrar algún texto que me diera referencia sobre lo que entonces se pensaba. Sólo encontré la Memoria Anual del BCRP de esos años. Uno de los párrafos que llamó mi atención en el breve balance que se hace del comportamiento del PIB de 1974. Y es el siguiente:


Una primera cuestión es la confianza (oficial?) en el dinamismo del sector construcción, que es el que aparentemente nos daría empuje en los años que vienen así como lo hizo entre 1974-1978. Un segundo punto es nuestra excesiva exposición al mercado externo. Todo depende de cómo van nuestras importaciones y nuestras exportaciones. No hay ni por asomo una política que de importancia al desarrollo e interconexión de los mercados internos. Con tal situación entre manos, no resulta raro que la economía peruana terminara desplomándose sin más en el periodo señalado. Eso lo demuestra la lectura de la Memoria de 1975:


Y al parecer recién el Estado reaccionó con su Plan de Estímulo equivalente al nuestro en 1976:


Cuál será el comportamiento de la economía peruana en la actualidad? Pues creo que será muy similar a entonces si es que no se aplica realmente un plan anticrisis adecuado no sólo entre los empresarios sino por sobre todo entre los trabajadores y las familias más pobres del Perú. 

Ahora la situación es más desafiante que en 1974. Para comenzar, la recesión americana se estima que será más fuerte que la observada en ese año. Según el WEO del FMI esta será de -1.6%. Y los indicadores de intercambio comercial, de recaudación de impuestos y de incremento de la deuda ya son elocuentes sobre su rápido deterioro en los últimos meses.

Hay muchas condiciones que pueden señalarse que no son iguales y otros que si lo son con las vividas en aquel entonces. Pero creo que la historia económica debe ser tomada en cuenta si es que no queremos pagar las consecuencias en los próximos años. Recordemos que la economía americana tardó mucho para recuperarse en la senda del crecimiento sostenido. Algo que sucedió básicamente durante los ochenta. Pero el Perú, absorbió la segunda crisis americana con una caída más importante aún en 1983. Ello se debió a que los Estados Unidos cerraron las puertas a las exportaciones peruanas, no con tímido buy american como hay ahora, sino con un rotundo Do not enter (ver más aquí en Memoria del BCRP 1983, pdf).

En ese marco histórico, la propuesta es que el Plan Anticrisis debe ser revisado. Necesitamos no sólo contemplar beneficios a sectores empresariales sin que den nada de su parte en los próximos años. Debe darse un estímulo a la demanda interna, porque ella es la única que nos podrá sostener un tiempo adicional al previsto, y prever los recursos que necesitaremos para seguir empujando la economía. Esto puede hacerse dando un incremento al salario mínimo cuando menos, y promoviendo la creación de empleo tanto público como privado. 

Pero lo más importante es que cuando comencemos a tener bonanza nuevamente, debemos aprovechar los recursos adicionales obtenidos (se entiende a través de una vigorosa política fiscal) para cambiar la matriz productiva de una vez por todas (se entiende a través de una poderosa política de planificación). No puede ser que repitamos treinta años de historia económica retrasada por causa de nuestra dependencia del sector primario exportador.

Es la hora también en pensar en las apuestas de independencia económica y financiera. Buscar una mayor regionalización financiera y monetaria. Una integración comercial latinoamericana puede sernos provechosa. O pensar alternativas de comercio con el distante pero muy cercano Oriente.

La historia nos lo agradecerá.

jueves, abril 02, 2009

Nuevas proyecciones de la CEPAL

De acuerdo con la CEPAL las nuevas proyecciones de crecimiento económico hablan de una recesión en América Latina. Sin embargo, no todos los países la pasarían mal. Según el breve informe, de los 21 países, sólo 4 la pasarán mal. Pero estos cuatro contienen a las dos economías más grandes de la región: México y Brasil. Luego llama la atención Chile con crecimiento cero y Argentina con una proyección de 1.5%.

Entre los que le va ir bien, estarían Panamá, Perú, Cuba y Bolivia. En los cuatro casos, el crecimiento sería igual o mayor al 3% (Perú tendría 3.5). De concretarse estas proyecciones, sería uno de los primeros años en el cual Perú ya no tendría porqué estar mirando como la cenicienta de la macroeconomía a Chile, pues de todas maneras parece que será cierto que tendremos un crecimiento positivo.

Pero las buenas noticias pueden no ser tan buenas. De hecho, estas proyecciones están siendo revisadas todos los días, y pocos especialistas y políticos (salvo Alancito) se atreve a mantener o defenderlas por más tiempo al ver como se van deteriorando las cuentas del comercio internacional a una velocidad mayor de la esperada. Lo otro es que esta proyección es sobre el PIB agregado no el PIB percápita, lo que finalmente es lo que importa realmente para evaluar si habrá mejora o empeoramiento en los niveles de vida. En el caso peruano, esa tasa de crecimiento definitivamente implica un crecimiento de entre 1 o 1.5% del PIB percápita asi que estamos pronto a obtener noticias sobre el incremento de la pobreza, sobre todo la que ha sido ganada en el área urbana.

Entonces, la pobreza estará de vuelta en toda la región.

miércoles, abril 01, 2009

El Congreso sobre el salvataje a DRP

Luego de una acertada evaluación de las razones por las cuales el Estado peruano no debería realizar un rescate a DRP (ver aquí, html), el grupo parlamentario especial "Compromiso Democrático" compuesto por los congresistas Washington Zeballos, Gloria Ramos y Rosa María Venegas, propone lo siguiente:

1.    Que Doe Run inicie su proceso de insolvencia y se forme la Junta de Acreedores (Trafigura, Buenaventura y otros) que administre la empresa. Este es un mecanismo existente y lo usan todas las empresas en el Perú. ¿Porqué inventar un mecanismo inexistente y no autorizado por ninguna ley vigente? 

2.    Modificar el Código Penal para sancionar con prisión efectiva al Gerente General, Gerente de Asuntos Ambientales y Gerente de Operaciones de toda empresa que incumpla compromisos ambientales, como por ejemplo el PAMA, puesto que un incumplimiento ambiental genera reducción de la esperanza de vida de la población que no puede compensarse con una suma de dinero, por lo que debe ser sancionada con cárcel. 

3.    Iniciativa legislativa que garantice el acceso a la información económico financiera y a la participación en las utilidades de las empresas mediante la obligación de las empresas para que coticen en la bolsa de valores, cumpliendo para ello, con hacer participar a inversionistas peruanos con el 15% del capital accionario. 

4.    Desarrollar las acciones legales pertinentes contra los funcionarios responsables de la aprobación de la prórroga del PAMA en el 2004 y 2006. 

5.    Invitar al Pleno del Congreso de la República al Ministro de Economía y Finanzas, para que explique lo que se propone hacer el gobierno para apoyar, según lo declarado por el Presidente de la República, a la Empresa Doe Run Perú. 

6.    Invitar al Pleno del Congreso de la República al Ministro de Energía y Minas, para que explique la situación de insolvencia de la Empresa Doe Run Perú y cuales la situación del cumplimiento de su Programa de Adecuación Ambiental (PAMA). 

7.    Solicitar a la Contraloría General de la república que realice en forma inmediata una Acción de Control sobre el cumplimiento del PAMA de dicha empresa. 

En conclusión, el Estado y el pueblo peruano no tienen porqué pagar con su dinero el salvataje de una empresa que ha vivido a costa del propio Estado, sus trabajadores y el pueblo de La Oroya, más aún, cuando estamos entrando en una crisis económico financiera. Por el contrario, exigimos un informe inmediato de las autoridades competentes y una auditoría sobre el cumplimiento del PAMA y los estados financieros de esta empresa.

Lima 27 de Marzo de 2009

Felicitaciones al Grupo Especial por la propuesta tan concreta y clara.