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miércoles, marzo 19, 2014

Ghezzi y el salario mínimo - Parte I

El debate sobre el posible incremento del salario mínimo ha alcanzado un elevado nivel de confrontación política en nuestro país. Primero ocasionó la escandalosa salida de un Primer Ministro al ser desmentido por la esposa del Presidente por este tema y luego virtualmente despedido por el Ministro de Economía y Finanzas. Como segundo acto, se produjo el impasse del voto de confianza del Congreso al Gabinete Cornejo del 14 de marzo, donde por primera vez las fuerzas políticas de oposición se unieron en un voto de abstención mayoritario. Luego de un velado diálogo público ventilado en los medios, el lunes 17 el voto de confianza fue otorgado ajustadamente por el Congreso ante la promesa del nuevo Primer Ministro que la ciudadana Nadine Heredia, presidente del Partido Nacionalista Gana Perú, no volverá a abrir la boca como vocera del gobierno. Como cierre de este periplo, el flamante Primer Ministro, René Cornejo ha vuelto a poner 'oficialmente' el tema en agenda, dando lugar a un enfrentamiento singular entre el futuro Ministro de Economía en incubación, Piero Ghezzi, y la mejor carta técnica invitada por el Aprismo, Luis Carranza Ugarte.

Piero Ghezzi ha seguido el discurso de que el salario mínimo de no debería ser incrementado. Las razones expuestas han sido hasta cierto punto, algo novedosas. En diálogo con RPP expuso el siguiente argumento:

"Además lo que hizo este gobierno fue aumentar el salario mínimo en 25% al comienzo (de su gestión) y no hemos tenidos crecimientos en el Producto Bruto Interno (PBI) nominal de 25%". En otras palabras, lo que ha dicho el Ministro de la Producción es que no se justifica un mayor aumento del salario mínimo porque la producción nacional no ha crecido al mismo ritmo. ¿Es verdad este argumento? Veamos.

En primer lugar, de manera similar al caso de los sueldos de los ministros (y otros funcionarios seleccionados), un aumento del salario mínimo, no se trata en sí de un aumento, sino mas bien de una corrección con justicia de la caida de poder adquisitivo que tenía el salario mínimo hace más de 30 años. En efecto, como se puede apreciar en el gráfico inferior, el salario mínimo actual representa en términos reales el salario observado un poco antes que ocurriera el desastre económico del primer gobierno de Alan García. A precios de 1994, el salario mínimo observado durante el primer quinquenio de los años setenta fue casi tres veces mayor al actualmente observado. Los sucesivos incrementos en el salario mínimo realizados durante el periodo de recuperación económica solo han permitido recuperar el nivel de ingreso real observado en 1987. El salario mínimo tendría que aumentar a aproximadamente S/. 1750 nuevos soles para tener la capacidad de ingreso observado a principios del gobierno de Fernando Belaúnde Terry, y mucho más, si queremos nivelarnos a lo que se percibía antes de la crisis de 1973. De acuerdo con estas observaciones, una primera propuesta a evaluar es que el gobierno debería decretar un aumento (mínimo) del 100% a los trabajadores que perciben sus salarios sobre la base del salario mínimo.


En segundo lugar, debemos ponernos de acuerdo en cómo se mide la productividad del trabajo. El argumento esbozado por Ghezzi lo reduce a observar el nivel de producción total nominal acumulado en los últimos años, se entiende correspondientes al actual gobierno de Ollanta Humala. En mi opinión, mirar el producto total no resulta en un buen indicador de la productividad puesto que lo usual es tomar grosso modo el producto medio del trabajo. Esto es, dividir el nivel de producción nominal entre el número de trabajadores ocupados. Sin embargo, cualquier economista te exigirá medir la productividad en términos reales, no nominales puesto que de lo que se trata es de observar el aumento físico de la producción y no el que se podría ver inflado por la inflación. Pero este no ha sido el camino seguido por el Ministro de Producción. Luego nos ocuparemos de mirar estos datos.

Antes, tenemos que ponernos de acuerdo con el razonamiento técnico que justifica el aumento del salario, ¿Aumentamos el salario mínimo en un porcentaje determinado para obtener en consecuencia un aumento del producto de similar o mayor magnitud? ¿O no es más bien que como resultado de haber aumentado el producto corresponde pagar un mejor salario al trabajador? Yo creo que el sentido correcto es el esbozado en la segunda pregunta y no tanto el sentido ofrecido por Ghezzi. Con todo, veamos los datos.

El incremento del salario mínimo durante el gobierno de Alan García fue de 20%, pasando de S/.500 a S/.600. ¿Cuál fue el incremento del nivel del producto nominal? El incremento acumulado fue de 60.9%. Quiere decir que el aumento del 20% se quedó corto y que si seguimos el argumento planteado por Ghezzi faltaría un aumento de 40 puntos porcentuales adicionales. Claro, durante el gobierno de Humala, se ha completado un aumento de 25%, pero resulta que el producto ha seguido creciendo en 14.8% más. Para no marearnos con las cifras, desde el 2006 hasta el 2013, el crecimiento acumulado del salario mínimo ha sido de 50%, mientras que el incremento acumulado del PBI total ha sido de 84.6%. ¿Todavía debería crecer más el PBI total para recién justificar un nuevo aumento del salario mínimo? !No bromeen por favor! Para que estemos 'emparejados' el salario mínimo tendría que haber aumentado hasta alcanzar S/.923 nuevos soles. Y aquí estaríamos alcanzando un techo más razonable (desde el punto de vista de los dueños del capital) que el propuesto en mi primera observación.

De lo expuesto hasta este punto quedan dos propuestas a evaluar,
  1. Aumentar como mínimo un 100% el actual salario mínimo para recuperar o "corregir" (como le gusta decir al gobierno para justificar el nuevo salario de los ministros) el nivel de ingreso real observado en 1980.
  2. Aumentar el actual salario mínimo en 23.1% para equiparar al ritmo de crecimiento del producto desde el segundo gobierno de Alan García.
De estas dos opciones, recomendaría la segunda puesto que esta sería más viable de implementar y además tendría un cierto sustento en el razonamiento expuesto por el Ministro de Producción.

No obstante, como señalé más arriba, la manera más adecuada para medir el nivel de productividad de un factor de producción no es pues el producto total en sí. Lo correcto, grosso modo, es dividir el nivel de producto real (no el nominal) entre sus factores de producción, siendo los más importantes capital y trabajo. Así, si yo divido el nivel de producción entre el número de trabajadores ocupados obtendré un valor más aproximado a la contribución de este factor en el crecimiento.

Tomando de esta manera el producto medio real del trabajo, obtenemos que el crecimiento total de la este factor ha alcanzado entre el 2006 y 2013 el valor acumulado de 35.9%. En dicho periodo, el crecimiento del salario mínimo real ha sido de 21%. Esto significa que para equiparar el crecimiento del salario mínimo con el crecimiento del producto medio real del trabajo el salario mínimo tendría que aumentar hasta S/.841.9. Redondeando, acabaríamos por apuntar a una propuesta razonable de S/.850 nuevos soles. Este valor coincide con lo propuesto o aceptado por algunos economistas reconocidos en nuestro medio (Ej. PPK, González Izquierdo, etc), por lo que su incremento se hace meritorio por las razones expuestas por el Ministro de la Producción, claro que con el sentido aclarado aquí. Un aumento de S/.100 nuevos soles es lo técnica y políticamente viable para zanjar este asunto hasta el 2016.

Si el Presidente Ollanta Humala ha sido capaz de corregir el bajón de salarios para los ministros ocasionado por el segundo gobierno de Alan García, ojalá tenga el mismo valor para corregir (hasta la fecha) el desfase acumulado desde entonces en el crecimiento del salario mínimo con un aumento del 13% aproximadamente.

Queda por comentar un segundo argumento expuesto por el ministro Ghezzi que merece un post separado para su discusión.