El Departamento de Agricultura de los EE.UU. ha publicado hoy las cifras de inseguridad alimentaria en su país (Ver aquí). De acuerdo con el reporte, existe inseguridad alimentaria cuando se limita el acceso a alimentos adecuados por falta de dinero y otros recursos. La buena noticia para los EE.UU. es que el porcentaje de hogares que ha experimentado inseguridad alimentaria durante el 2018 ha descendido hasta los niveles observados previos a la crisis económica de 2007, es decir 11.1%.
En el caso del Perú no contamos con una estadística oficial que aborde el problema de la "inseguridad alimentaria". No obstante, desde el 2001, se introdujo la medición del concepto de "déficit calórico" según el cual se averigua si el hogar está sufriendo dificultad para cubrir sus necesidades alimentarias. Coloquialmente, es una estadística "dura" de cuánta población está sufriendo episodios de hambre porque no logra cubrir con sus ingresos su requerimiento mínimo de calorías para las actividades que realiza. En el fondo, es una estadística que se parece a la norteamericana.
Se puede apreciar, que en el caso peruano, relativizando las diferencias metodológicas interanuales, podemos apreciar que ha habido una leve reducción de este indicador pasando de 34.9 a 33.5% el 2018, con cierta tendencia a seguir a la baja durante el 1er trimestre de 2019. Sin embargo, los niveles observados en estos tres últimos periodos son similares a los que teníamos al inicio del boom exportador de minerales, es decir en el periodo 2001-2003.
Las mejoras obtenidas por el largo periodo de crecimiento económico ahora parecen diluirse por la persistente desaceleración económica. Es posible que además del término del boom minero exportador se haya añadido la repentina migración asimilada por nuestra sociedad provocando este aumento inusitado de la estadística del "hambre". No obstante, el impacto será temporal en la medida que la mano de obra adicional genere su respectivo aporte al PBI y se vuelva así el equilibrio de la dinámica productiva y de consumo interno. Una consecuencia de que persistan muchos hogares en situación de déficit alimentario es que los niños sufran un aumento en la desnutrición crónica o aguda, un escenario indeseable para nuestro país ad portas del Bicentenario.
Perú reduce su déficit calórico, pero persiste prevalencia pre-boom exportador |
Cabe entonces prestar especial atención a este indicador pues no podemos seguir siendo un ejemplo de la paradoja de ser uno de los países líderes en la cocina internacional y al mismo tiempo, con altos niveles de desnutrición, anemia y tuberculosis.
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