Según este punto de vista, cualquier ayuda financiera o asistencia técnica para implementar programas o políticas no tendrán resultados positivos a menos que se promueva el incremento de la calidad del trabajo del país que se trate. Ambos factores, serán unicamente remedios para calmar los síntomas pero nunca resolverán las causas del subdesarrollo o la pobreza. Y la explicación es bastante sencilla. Lo malo de la ayuda extranjera, según Clark, es que esta promueve la llamada "trampa malthusiana", aquella situación en la que las ganancias logradas en los niveles de vida (reducción de la mortalidad, saneamiento, etc.) son diluidas por un incremento imprevisto de la población.
Un fenómeno así por ejemplo, se ha detectado en el caso del Programa Juntos recientemente implementado en nuestro país: a fin de no perder el registro como beneficiarias del programa, algunas madres se están embarazando lo que les asegurará seguir recibiendo los 100 soles mensuales que les correspondería según los requisitos de Juntos. Lo único que tienen que seguir haciendo es asegurar que sus hijos vayan a la escuela y se atiendan en las postas médicas como requiere el programa. Esto implica que no necesariamente se cuestiona a la ayuda o cooperación al desarrollo por presentar indicios de corrupción, sino mas bien por su inefectividad para resolver el problema del desarrollo por los incentivos que ella propone a la población beneficiaria (no buscar trabajo) y al gobierno que recibe esos recursos (no promover la calidad del mercado de trabajo).
En el Perú, la promoción de un mercado de trabajo altamente competitivo se ha traducido en como reducir los costos remunerativos (básicamente los llamados costos no salariales) antes que en incrementar los niveles de productividad de los mismos con la consiguiente elevación de su remuneración, es decir de su calidad en general. Esta situación es consecuente con lo que he llamado "la quimera del desarrollo en el Perú" puesto que se está promoviendo el desarrollo de la población en base al concepto de pobreza en vez de fundamentarlo en el concepto del trabajo de calidad. La "dádiva para los pobres" en vez del "trabajo de calidad" no generará la riqueza que tanto necesita nuestra población para ser un país competitivo. Es curioso que Alan, ayer haya reafirmado tal objetivo y sin embargo las acciones que está implementando se basan en el concepto de la dádiva y no de la promoción del trabajo digno o de calidad.
Ayer en la noche escuché la entrevista que le hiciera Jaime de Althaus a Susana Pinilla, actual Ministra de Trabajo, en la hora N, donde este periodista le cuestionaba acerca de la Ley General del Trabajo, y le increpaba acerca de los elevados costos no salariales que muestra nuestra economía en el ranking mundial lo que nos ponía casi igual que los países africanos más pobres del planeta (según el reciente informe Doing business 2006 del Banco Mundial). La Ministra replicó llevando el tema hacia la comparación con países como Chile donde los trabajadores perciben mejores salarios que en el nuestro. Eso sin embargo no contradecía al periodista. Así que revisé la fuente directamente aquí y descubrí lo siguiente (en lo referente al empleo):
Este documento se prepara a partir de una encuesta distribuida a una muestra de empresas locales legales para indagar sobre tres cuestiones fundamentales: contrato, despido y regulación de las horas de trabajo de estas empresas. Se recoje también información de la legislación pertinente con la que se completa el análisis de dicho estudio. No obstante, para poder realizar las comparaciones con el resto de países donde se ha implementado la encuesta se realizan algunas suposiciones importantes para hacer las interpretaciones correctas y consecuentemente implementar políticas acordes con ella:
- Es un empleado de sexo masculino de tiempo completo sin puesto ejecutivo que ha trabajado en la misma compañía por 20 años.
- Percibe un salario más beneficios equivalentes al salario promedio del país durante todo el período de su empleo.
- Es un ciudadano legal con esposa y 2 hijos. La familia reside en la ciudad más populosa del país.
- No es miembro del sindicato de trabajadores, a menos que la afiliación sea obligatoria.
- Es una compañía de responsabilidad limitada.
- Opera en la ciudad más populosa del país.
- Es de propiedad nacional 100%.
- Opera en el sector manufacturero.
- Tiene 201 empleados.
- Se atiene a todas las leyes y regulaciones pero no otorga a los trabajadores más beneficios que los obligatorios por ley.
- Está sujeta a los acuerdos colectivos de trabajo en los países en que dichos acuerdos cubren más de la mitad del sector manufacturero.
Criticando los supuestos por el lado de la empresa, está claro que en nuestro país la gran empresa (que comprendería la categoría escogida para el estudio del BM) no ha sido la principal generadora de empleos en nuestro país. Las cifras relativas al peso de la economía informal son abrumadoras y las presenta el mismo estudio: casi el 60% de la economía es informal, en tanto que el ingreso per cápita anual es 2.61 dólares. A pesar de estos datos, estamos incluso mejor que países europeos como por ejemplo: España. Entonces me pregunto: por qué si España está en peores condiciones laborales según el ranking presentado por el estudio del Banco Mundial es que los peruanos pugnan como uno de sus principales destinos migratorios? la respuesta se encuentra en las cifras contrastantes respecto a Perú: apenas el 22.6% es el peso de la economía informal en la así llamada madre patria y su ingreso percápita anual es 10 veces más alto. Es decir, su calidad de empleo es marcadamente superior al nuestro.
Concluyo entonces que es necesario cambiar la apuesta por el desarrollo sustentada en proveer paliativos para la pobreza hacia una estrategia que promueva el empleo de calidad. Ojalá que el nuevo marco regulatorio permita hacerlo en conjunción con las políticas implementadas por otras instancias en el Ejecutivo. Que el trabajo de calidad, es decir, altamente productivo, con sistemas de mejoramiento o de oportunidades para incrementar el capital humano para las grandes masas, con correspondientes incrementos en la remuneración sean la base de la riqueza del Perú.
1 comentario:
Bueno acerca del empleo de calidad , el pensar en mejorar las remuneraciones y mejorar la calidad del trabajo no la da el estado , el empleo de calidad las dan las empresas de calidad, con suficiente capacidad para poder ofrecerla, no digamos o mejor dicho diga de empleo de calidad aumentando remuneraciones, eso sòlo incrementa el gasto del estado, con referencia a la gente que trabaja para el estado, ya que si se refiere a exigir a las empresas sòlo hara que no se emplee màs gente.
Para pedir empleo de calidad y buenas remuneraciones se necesita buenas empresas de calidad, porque pedir al estado que de empleo es crear màs estado empresarial y ya vimos como el estado no crea empleos para el beneficio del pueblo, sino de grupos economicos o personas relacionadas con amigos del ambito politico.
La base para la riqueza del perù no es un empleo de calidad ni tamoco una elevada y muy buena remuneraciòn para la burocracia publica, la base para la riqueza del perù se encuentra en la libertad de la gente para poder crear su propia riqueza, y me refiero a aquellas empresas que tienen el capital para poder dar empleos de calidad; el exigir mejores empleos de calidad a las empresas solò hara que hayan màs despidos para poder hacer que den mejor empleo de calidad.
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