Pocas veces se han dado pasos importantes en pro de la mejora de la política educativa de nuestro país. Con la implementación de la evaluación de línea de base a los docentes del sector público, el ministro Chang ha dado un paso fundamental en ese sentido y creo que era urgente y necesario ejecutar dicha acción a pesar de las pataletas sin sentido del SUTEP presentadas por su más notable lideresa, la sra. Caridad Montes. Cómo ya lo he expresado en un comentario previo, creo que esto sin embargo no es suficiente, es necesario también mejorar la calidad nutricional de los estudiantes (no sólo fuera de Lima) y realizar reformas en la currícula escolar donde ya hay varios programas piloto en acción con algunos resultados positivos que bien podrían extenderse a nivel nacional.
A fin de evitar los picotazos descontextualizados recogidos por la prensa decidí entrar a la web del SUTEP para revisar los argumentos de este gremio. Es penoso comprobar que uno de los últimos sindicatos más importantes del país (en términos del número de sus participantes) tenga un comportamiento pre-moderno y sin un discurso programático que apunte a una solución ganador-ganador. Por fortuna, ví que es posible encontrar y descargar en esta web sus manifiestos más recientes, la mayoría firmados por supuesto por su representante. En general, advierto que luego de la lectura de dos o tres de ellos uno puede identificar que el SUTEP presenta ácida y desordenadamente a sus enemigos (generalemente a representantes del gobierno) antes que presentar inteligentemente sus propuestas de desarrollo del sector.
En efecto. En primer lugar, aparece Alberto Fujimori quien es criticado por la corrupción de su gobierno y la implementación del modelo económico neoliberal en los noventa (ya no aparece los enlaces a manifiestos específicos a este punto). Luego, aparece Alan García, al que se le acusa por la matanza de los penales y la corrupción del poder judicial. Finalmente, destaca un nuevo enemigo: la prensa 'adicta al gobierno' el cual se le acusa de haber creado la falsa ilusión ante la opinión pública de que el SUTEP no quería la evaluación mientras que el resto de docentes si. Sin pretender darles la razón, me parecieron muy exageradas las portadas de los diarios como Ojo o el Trome, donde aparece un Alan frenético y danzante y en la parte inferior el rostro pálido y casi fantasmal de Caridad Montes, como quien abatida por el Presidente.
Otro documento que llamó mi atención, es el que aparece firmado por Olger Melgarejo quien presenta cuáles son los temores del SUTEP frente a la evaluación. Más que un temor diría más bien que es una suerte de escepticismo extremo por los resultados de las constantes capacitaciones y actualizaciones brindadas por el Ministerio de Educación a los docentes, mezclado con un cóctel de reclamos diversos que lindan con el chisme y la sospecha antes que en las pruebas racionales. Esto llama la atención, pues evidentemente el Minedu no está planteando una capacitación más a las comunmente ofrecidas sino más bien implementar un proceso de mejoramiento de la calidad educativa del sector el cual puede revisarse en su respectivo plan estratégico. Es probable que el Minedu sea uno de los pocos organismos del Estado que invierte en este tipo de actividades del que adolecen otros sectores que también lo necesitan. Adicionalmente, si bien es cierto que la política educativa forma parte de un conjunto mayor implementado por el actual gobierno, nada tiene en particular el hecho que Alan respalde esta iniciativa. Para el éxito de esta reforma era fundamental que el Jefe de Estado la respalde. Alan simplemente cumplió con su deber.
Algunas estadísticas del sector
Revisando la web del MINEDU, encontré algunos datos estadísticos interesantes. Por ejemplo, para el 2005, el número total de docentes del sistema escolar con financiamiento público para menores (solamente niveles inicial, primaria y secundaria) bordea los 271,542 personas. Esto representa el 96.4% del total de docentes que enseñan tanto en el sistema escolarizado como en el no escolarizado, a niños o adultos en los tres niveles señalados.
De acuerdo con el Diario El Comercio, habrían participado de la prueba un poco más de 101 mil docentes, pero se esperaba que al cierre del cómputo esta cifra aumentaría a 140 mil. En cualquiera de los dos casos, el porcentaje de participantes habría superado el 45% de la población total de docentes (El Comercio calcula 60%) lo que significa un notable resultado si consideramos la campaña agresiva del SUTEP en contra de la implementación de la evaluación. En términos muestrales, habría sido suficiente evaluar a mil docentes para tener resultados confiables sobre la calidad de la enseñanza en el total de nuestro país; sin embargo, no habríamos conseguido indicadores confiables desagregados a nivel regional, provincial, ni distrital, ni mucho menos a nivel de cada centro educativo.
Vi también con mucho agrado que se puede descargar los Censos de Talla Escolar 2005, 1999 y 1993 para los alumnos de educación primaria menores. Igualmente, los Censos escolares 2001, 2002, 2004 y 2005. Todavía no los he podido analizar pero estoy seguro que brinda una muy buena representación del estado de educativo y nutricional de la población infantil que accede a este servicio del Estado que de paso, es uno de los que mayor cobertura tiene.
Por último, dos de los documentos centrales que sirvieron de insumos para diseñar e implementar mejoras en la política educativa se encuentra disponible en la misma web:
- Indicadores de la educación 2004, cuyas presentaciones en inglés y español son muy ilustrativas de la situación del sector hacia esa fecha.
- Evaluación de las políticas en Educación durante el quinquenio 2001 y 2005, el que puede ser revisado extensamente sobre todo las secciones que tienen que ver con el objetivo de mejorar el desempeño del docente, que ha sido discutido en este post.
En conclusión
Tenemos las herramientas para avanzar hacia adelante en el tema educativo tanto público como privado. Todavía resuenan estrepitosos los resultados desastrosos de la encuesta PISA 2000 donde el Perú apareció con la peor performance en los estudiantes evaluados. No se que tanto habríamos aparecido si hubieran sido los docentes los evaluados en esta prueba internacional en vez que los niños. No obstante, existe la esperanza de que tendremos una mejor política de Estado en este sector y esta debe seguir su curso a fin de lograr sus resultados, con o sin el SUTEP.
Me surgen algunas preguntas en este punto sin embargo, será más competitiva la educación eliminando a este sindicato? Es probable que si. Es saludable que no exista sindicato en este sector? Probablemente no lo sea tanto, al menos el actual no parece haber conseguido muchas victorias para el sector, salvo que consideremos los incrementos de las remuneraciones medias durante el gobierno de Toledo frente a ninguna mejor cualitativa en la calidad de la enseñanza. La disolución de la mayoría de los sindicatos durante el Fujimorismo se hicieron precisamente por este tipo de situaciones: sindicatos poderosos que apuntaban a favor de los derechos evitando mejorar el desarrollo. Pero ahora estamos en el otro extremo, empresarios y directivos poderosos que apuntan a favor del desarrollo sin favorecer a los de abajo (y en muchos casos aprovechándose demás). Cuál será el correcto equilibrio entre estas dos posiciones? En mi opinión sólo cuando se de una concesión ganador-ganador entre ambas posiciones. El que esta del lado del Estado ya está demostrado su lado profesional, pero falta aumentar el presupuesto del sector y esa es una decisión que viene desde el Parlamento y también del Ejecutivo. Del otro lado de la orilla, no podemos decir del SUTEP, que aparece afincado en la premodernidad y el antiprofesionalismo.
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Los gráficos han sido tomados de la sección de Alfredo del Diario La República, 27/dic/06 y 9/ene/07 y la sección de Carlín del 17/dic/06.
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