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miércoles, diciembre 21, 2011

Sobre la inflación y el salario mínimo

¿Cuál es la relación entre el salario mínimo y la tasa de inflación? Esta es una de las preguntas centrales que la sociedad peruana se esta preguntando en la actualidad en el marco del debate sobre la pertinencia de implementar la segunda parte del aumento del salario mínimo ofrecido por el Presidente Ollanta Humala. El día de hoy el BCRP, apoyado únicamente en el poder que le confiere su supuesta investidura técnica mas no en los hechos, ha sugerido que la relación es directa, es decir que el salario mínimo causa inflación. Todo el mundo conoce con precisión que la oleada inflacionaria que se nos viene corre por cuenta de shocks internacionales en los precios de los alimentos. Y el Perú, por contar con una canasta de consumo compuesta en su mayor parte de alimentos, se encuentra más expuesta a este tipo de shocks. Por ello, la afirmación realizada por el BCRP se enmarca más bien en algunos hechos concretos de la política peruana que paso a señalar y discutir:


  1. La promesa de Ollanta Humala durante su candidatura a la presidencia y su posterior afirmación en el primer discurso dado a la nación de aumentar el salario mínimo en 150 nuevos soles. Probablemente, esta propuesta junto con cuna mas, beca 18, y pensión 65 haya sido parte del paquete de medidas sociales orientado a cautivar con éxito el voto urbano de menores ingresos y con acceso limitado a la protección social.
  2. El cumplimiento de tal promesa durante los primeros cien días como presidente, pero en un primer tramo equivalente al 50% de lo ofrecido, realizado en agosto del presente año. Es probable que la promulgación de este aumento haya tenido un impacto positivo en la imagen presidencial frente al electorado objetivo, beneficiario inmediato de esta medida. Resta el cumplimiento de la otra mitad a ejecutarse en algún momento no definido del 2012. Esta es una de las aristas a discutirse respecto del segundo tramo del aumento y que el ministro de economía habría sugerido que solo se necesita definir con precisión en que momento deberá; hacerse.
  3. La renuncia del primer gabinete de gobierno liderado en su mayor parte por profesionales liberales como consecuencia de la crisis del manejo de negociaciones del proyecto minero Conga, y su posterior recomposicion hacia un gabinete mas amigable a la inversión privada. En esta recomposicion ha sido clave asegurar la colocación del ministro del interior como primer ministro para ejercer una imagen de que se va a hacer respetar el orden constitucional necesario para proteger la inversión privada. También ha sido clave colocar como ministro de trabajo a un emisario del Ministerio de Economia que pudiera hacer eco, antes que resistencia, de las políticas promovidas por el MEF.
  4. Las declaraciones cada vez mas preocupantes realizadas por los organismos internacionales sobre los pronósticos de los indicadores económicos y financieros para el 2012, que indican que el mundo entero se sumergiria en una nueva recesión. Una rápida mirada a las estadísticas de producción mensual nos revelan que efectivamente la recesión mundial esta afectando y afectará al Peru significativamente. La profundidad, duración y naturaleza de esta segunda recesión son materia de discusión en distintos foros, donde personajes como Alan Garcia aparece una vez mas como una de las voces mas positivas que los entendidos en la materia.
  5. Finalmente, el aumento imparable de los precios internacionales de los productos alimenticios básicos que ha repartido presiones inflacionarias no solo en Perú sino en todo el mundo, tal y como ocurrió durante el 2008, es decir, en la antesala de la crisis financiera del 2009.


Como se puede apreciar, las declaraciones del MEF, el BCRP y el nuevo ministro de Trabajo se encuentran alineadas cual eclipse solar para impedir o postergar indefinidamente el segundo tramo del aumento del salario mínimo. Como se recordará, el primer tramo del aumento corrió no poca oposición de parte de los dueños del capital, logrando por lo menos aplazar durante un mes el aumento declarado oficialmente, gracias a los argumentos tecnicos legales ofrecidos por abogados como Toyama o Ferro.

El problema no es tanto el aumento en si, sino la magnitud del mismo, la poca previsibilidad del aumento como para ser incorporados en los planes de negocio empresariales y la fase del ciclo económico mundial en que nos encontramos. La magnitud del aumento es pues muy significativo. Durante el anterior gobierno de Alan Garcia, los incrementos realizados fueron de una magnitud promedio de 25 soles. En realidad fueron dos aumentos de 50 soles, repartidos en tramos de 30 y 20 soles ocurridos en dos momentos distintos, el primero durante la etapa del crecimiento y el segundo a punto de entrar en la recesión. El incremento propuesto por Humala ocurre apenas unos meses después del aumento otorgado por el anterior gobierno y los 150 nuevos soles propuestos representan un 25% de aumento respecto del anterior salario. Eso, desde el punto de vista empresarial, es inmanejable en el corto plazo y queda claro que ninguno de ellos quiere poner en juego sus utilidades cuando estas tienen una amenaza mas grave de ser consumidas por los embates del temporal internacional en ciernes. Por ello, la amenaza de trasladar los nuevos costos hacia los consumidores parece ser una herramienta importante a esgrimir por parte de sector empresarial, lo que sin embargo debe evaluarse con fino cuidado, sector por sector. No me imagino bien, por ejemplo como las empresas textiles o las agroexportadoras pueden trasladar los precios de sus productos a sus consumidores locales, cuando su produccion esta orientada en su mayor parte al mercado internacional de ingresos altos. Una discusión sobre la necesidad de tener salarios mínimos diferenciados según sector económico o regional puede ser pertinente en este sentido para evaluar qué sectores pueden ser más factibles de aumentar el salario mínimo frente a otros para evitar posibles semillas inflacionarias.

Aquí sin embargo es donde entra a tallar otro problema fundamental que se ha postergado innecesariamente: el hecho de que los aumentos del salario minimo estén sujetos a las necesidades políticas del gobierno de turno es un juego demasiado caro que afrontar por el sector empresarial. Mientras que se tenga a un presidente pro mercado, no hay problema. Pero frente a un aumento exagerado de la desigualdad y el mayor nivel de insatisfacción de la población que produzca candidatos antisistema cada vez peores, lo mas racional y justo para las partes seria institucionalizar una politica de aumento anual del salario minimo en una magnitud quizá pequeña de 3 o 4% (o 25 soles en promedio) durante los próximos cinco años de manera que se establezca un horizonte de planificación que pueda ser manejable y predecible. Esto para todas las partes interesadas. Lamentablemente, con la actual configuración gubernamental, donde el Ministerio de Trabajo -que es el que se supone debiera equilibrar la balanza de poder entre los empresarios y los trabajadores- se encuentra ahora colonizado por la administración del MEF, es poco probable que una propuesta así pueda prosperar.

Finalmente, el problema de realizar un aumento en una fase recesiva es un problema serio pero que no debiera necesariamente ser resuelto con una postergación del aumento ya prometido. En mi opinión, ha habido un aumento suficiente de la productividad del trabajo que justifica bien el aumento anunciado por el actual presidente. Sin embargo, ante la inminente caida del producto en los próximos dos años (la que por cierto no se espera sea negativa, sino solo una desaceleración), el aumento del salario minimo puede funcionar como un incentivo a la demanda interna. O en otras palabras, puede actuar como un paquete de estímulo a la economia desde la demanda interna como compensación a la caída de la demanda externa.

Así que, lo más importante ahora sería cumplir con la promesa ofrecida porque después no se volverá la ventana de oportunidad para realizar el aumento necesario puesto que entonces, serán más bien los empresarios los que estarán llorando por reducciones de impuestos o subvenciones directas como parte de un paquete de estímulo a la economía pro empresarial unicamente.

miércoles, mayo 25, 2011

Una clase media miserable

A continuación un artículo que recoge mis comentarios relacionados con el estudio publicado por Macroconsult sobre la desigualdad de los ingresos de las familias peruanas.



86% de familias peruanas vive con menos de 1000 soles mensuales

Y no sólo se trata de desigualdad: el ingreso familiar de 86 de cada 100 hogares es o inferior o casi exactamente el que se necesita para cubrir la canasta mínima de una familia de 4 miembros
Internacional | Jesús María-Foro Salud | 23-05-2011
¿El Perú avanza? Un estudio realizado porMacroconsult y publicado por el diario Gestión revela que, pese al crecimiento, las desigualdades de ingresos familiares en el país siguen siendo gigantescas.
Tal vez este fracaso económico, que mantiene a las familias peruanas en la pobreza o al borde de la misma, pueda explicar en buena medida los resultados de la primera vuelta electoral, que expresaron un descontento con la clase política que ha gobernado en los últimos 10 años, justo los del “boom” económico.
Según publica hoy Gestión, sólo 14 de cada 100 hogares tiene un ingreso mayor a 1000 solesmensuales, lo que significa que 86% de hogares tiene un ingreso menor o igual a 1000 soles. La estructura de ingresos, según el informe, es como sigue:
  • en el primer lugar se encuentran 115 mil hogares (1.58% aproximadamente) con un ingreso mayor a 3 mil soles;
  • luego vienen 379 mil hogares (5.2% aproximadamente) cuyo ingreso es de entre 1500 y 3mil soles;
  • un tercer grupo está conformado por las 551 mil familias (7.7% aproximadamente) cuyo ingreso está entre 1000 y 1500 soles;
  • luego, un grueso sector de 1 millón 542 mil familias (21.2% aproximadamente) percibe entre 550 y 1000 soles mensuales;
  • en quinto lugar se encuentra el sector más numeroso de la población, con 2 millones 518mil (34.6%) familias percibiendo entre 247 y 550 soles mensuales;
  • luego encontramos a un sexto sector, también muy grande, de 1 millón 210 mil familias(16.5%) cuyos ingresos van de 144 a 247 soles mensuales;
  • finalmente se encuentra el sector más excluido, con 972 mil hogares (13.3%) que perciben menos de 144 soles mensuales.
Cabe indicar que, de acuerdo con el INEI, la línea de pobreza en nuestro país está en torno a los 260 soles mensuales por persona: por debajo de ese ingreso, es imposible cubrir los costos de la canasta básica. De acuerdo con las cifras presentadas por Macroconsult, más del 80% de los hogares tiene ingresos inferiores a los 1000 soles. Sabiendo que el promedio de individuos por hogar en el país es de alrededor de 4, estos datos podrían indicar que las incidencia de pobreza monetaria es mayor a la que el Gobierno indica.
De acuerdo al estudio, sin embargo, la situación ha mejorado en los últimos años, aunque en proporciones muy modestas. El número de familias que tiene ingresos superiores a 3000 soles(lo que no significa tampoco una situación de opulencia) se ha duplicado desde el 2004, y lo mismo ha ocurrido con aquellas que tienen ingresos mayores a 1000 soles.
Enfoque: “Es una clase media miserable”
Alerta Perú buscó al economista Raúl Mauro para comentar estas cifras:
AP: De acuerdo a estas cifras, ¿cuál es la clase media? ¿se puede hablar de una clase media cuando el 86% de hogares percibe menos de 1000 soles mensuales?
RM: De acuerdo con estas cifras, pues es una clase media miserable. En las cifras, el “top” está representado por 115 mil hogares que perciben "más de 3000 soles", pero eso no es un “top”. Calquiera sabe que con 3 mil soles no sostienes a una familia de 4 miembros. No es suficiente, tal como las cosas han ido en los últimos años. En el Perú considero que, para los precios como van, 1200 o 1500 soles debería ser el ingreso medio para comenzar la escala de “clase media”, por persona. Si ya tienes 4 miembros, entonces hablamos de 6 o 7 mil soles. Ahora bien, la idea de “clase media” es una idea más amplia, no sólo es ingresos. “Clase media” hace la idea de una capa social que tiene derechos ganados como por ejemplo los laborales, que conecta junto con lo pensional mirando en el largo plazo el acceso a justicia, acceso a cultura, profesionalizarse, tener casa...
AP: En el informe dice que ese grupo de familias que percibe más de 1000 soles se ha duplicado en los últimos 5 años, pasando de 7 a 14. Y que, en general, todos los sectores han aumentado sus ingresos gracias al crecimiento. ¿Eso demuestra que hay que seguir con este modelo porque poco a poco está llegando? ¿o sí hay que hacer algunos ajustes?
RM: No es una sorpresa decir que la desigualdad sigue intacta a pesar del crecimiento económico elevado y sostenido que se está observando. Porque el Estado ha abandonado su rol distributivo, y eso a pesar de los Juntos y programas alimentarios existentes. Un estado redistributivo debe invertir fuerte en educación, salud, promoción del empleo, justicia e infraestructura. En nuestro país, ese rol ha sido abandonado y entonces obtienes que la teoría del chorreo, o goteo, no ha funcionado. No es que el modelo tiene que ser corregido: el modelo está incompleto porque el Estado ha abandonado su rol redistributivo y promotor de los derechos ciudadanos, sólo ha asumido y hecho su bandera el rol promotor del crecimiento. El modelo “déjame invertir, para que yo empresario genere empleo” funciona, pero es el Estado el que hace que el empleo sea de calidad, lo que implica remuneraciones mejores y derechos laborales. (PM)

lunes, mayo 16, 2011

Precisiones sobre el problema del empleo, la pobreza y el crecimiento

El siguiente artículo del diario El Comercio aparecido ayer (ver aquí) recoge un comentario mío realizado telefónicamente el último sábado por la tarde. Quiero señalar que en este artículo, mi opinión no aparece con claridad.

De acuerdo con el artículo, yo aparezco sosteniendo lo siguiente (resaltado mío):

"Como ya lo dejó en claro el ex ministro de Economía Luis Carranza, la única forma para sacar a una persona de la pobreza es con la generación de empleo y un aumento progresivo en el ingreso de las familias. Para apuntalar esta teoría, Raúl Mauro, investigador de Desco, incide en que la reducción de la pobreza de los últimos años (de 48,7% en el 2005 a 34,8% en el 2009) no se debió a un aumento en los programas sociales, sino al hecho de que miles de familias elevaron su nivel de vida y hubo más oportunidades de empleo por el crecimiento económico sostenido."

En efecto, la teoría con la que yo estoy de acuerdo es que la única manera de reducir la pobreza de manera sostenida es mejorando las oportunidades del empleo de calidad brindadas por un crecimiento económico sostenido. El rol redistributivo del Estado es coadyuvante en este proceso, lo cual quiere decir que las políticas sociales no son accesorias. Diversos conceptos novedosos introducidos por el Banco Mundial o el BID tratan de describir estas ideas al llamar al crecimiento económico pro-pobre o crecimiento económico de "amplia base". Por el momento prefiero no detenerme en la discusión de estos conceptos para abordar el tema de la imprecisión que quiero discutir.

El problema del actual estilo de crecimiento económico es que para que las familias hayan podido mejorar su nivel de vida, por encima de la línea de pobreza, han tenido que incrementar su oferta de horas de trabajo, de un lado; y del otro, han incrementado la participación de los miembros de familia en el mercado de trabajo. Este doble fenómeno ha ocurrido fundamentalmente en el mercado del sector informal. Ello implica que el proceso de reducción de la pobreza se ha dado en un contexto de un crecimiento nulo o muy imperceptible de las remuneraciones medias. De aquí se concluye que la reducción de la pobreza se ha dado a pesar que las oportunidades de empleo de calidad han sido prácticamente nulas y a pesar que el Estado ha renunciado a destinar un mayor presupuesto para el sector social (básicamente, educación, salud, trabajo y justicia). En realidad, el Estado se ha limitado a proveer políticas sociales asistencialistas, los cuales, no coadyuvan en reducir la pobreza de manera costo-efectiva.

Las evidencias sobre los fenómenos que acabo de describir se encuentran expuestas en un post que publiqué en el 2008 (ver aquí) cuando comenté la paradoja de la reducción de la pobreza en el Perú que se condice con la tesis de Hernando de Soto: la reducción de la pobreza de los últimos años se ha dado gracias al dinamismo del sector informal! Pero se ha hecho a costa de un aumento de la oferta de horas de trabajo y de la mayor participación laboral de los miembros de las familias peruanas. Es decir, con un deterioro generalizado de la calidad del empleo.

No por gusto resulta importante destacar que ambos candidatos parecen coincidir en las propuestas relativas al problema del empleo, de cara a la segunda vuelta electoral.

En el caso de la actual candidata del Fujimorismo, esto resulta aun más notable, pues su campaña se ha dirigido a alimentar las esperanzas de soluciones concretas para el problema cotidiano del empleo, en abierto contraste con la muy distante y casi impersonal problemática de la corrupción y la democracia que sigue abordando Ollanta Humala. En efecto, la creación de la Superintencia del Trabajo apunta a la idea de que se va a buscar qué hacer respetar los derechos de los trabajadores. Paradójicamente, la mayor parte de estos derechos fueron arrasados durante el primer gobierno del Fujimorismo, y por otro lado, su propuesta implicaría el incremento de la burocracia pues se deja de lado al ya minimizado Ministerio de Trabajo. Por su parte, la propuesta del programa Mi Primera Chamba aborda frontalmente el grave problema en que se ha convertido el desempleo de la juventud. Como la mayoría de los economistas sabe, el desempleo juvenil siempre ha sido alto, sobre todo durante los primeros tres meses del año ya que los jóvenes terminan sus clases y salen despavoridos en busca de una oportunidad de empleo. No obstante, desde el 2006, osea desde que comenzó el segundo gobierno aprista, esta cifra está aumentando rápidamente para el caso de Lima Metropolitana pasando de 15.7% a 18.2% (comparando 1er trimestre de cada año), a pesar que el crecimiento económico sigue con viento en popa durante los mismos meses.

En el caso de Ollanta, según la hoja de ruta, se incide en el problema de la calidad al proponer como solución el funcionamiento del Consejo Nacional de Trabajo. Es decir, mejorar la institucionalidad, lo que implica pues establecer una mesa de trabajo y negociación donde el Ministerio de Trabajo juegue un rol más activo antes que el pobre y pasivo que cumple en la actualidad, entre las partes interesadas, el empresario y el trabajador. Del mismo modo, la fiscalización del respeto de los derechos laborales implica el fortalecimiento del rol fiscalizador del Ministerio de Trabajo, una función a la que ha renunciado sistemáticamente, haciendo pues que el empleo sea simplemente un insumo de producción y no un medio para crear riqueza y bienestar.

En conclusión, el problema de la precariedad del empleo generado en los últimos años nos habla de un crecimiento económico vigoroso pero poco saludable en términos sociales porque no crea un bienestar duradero por medio del empleo. Este estilo de crecimiento económico no genera mayores oportunidades de empleo de calidad para las grandes mayorías. Esto es algo que ha sido señalado por diversos economistas del medio, y también extranjeros, independientemente de su tendencia política. A pesar de ello, el gobierno actual enfatiza la importancia de que la pobreza monetaria se ha reducido, pero ello no quiere decir que no se siga sufriendo de pobreza. ¿Por qué? Porque los derechos laborales, civiles, de género, entre otros más igualmente importantes, han sido violentados sistemáticamente haciendo que la sociedad permanezca sumida en la pobreza aunque monetariamente así no lo parezca. 

Aquí entonces viene la importante pregunta de cuál es la candidatura que según mi opinión abona en la eliminación de la pobreza en estas dimensiones. Creo que la propuesta de Gana Perú es la que busca reducir esta pobreza en el ejercicio de los derechos fundamentales de los peruanos y peruanas. Esto permitiría que la ganancia obtenida en términos monetarios se consolide y se permita un incremento generalizado del bienestar para la población más allá del mínimamente exigido por los actuales defensores del modelo de crecimiento sin desarrollo. Pero desafortunadamente, en mi opinión, la población se encuentra tan concentrada en la sobrevivencia del dia a dia (y vive bombardeada de los mensajes provistos por los medios de manera tan elocuente e interesada) que poco o nada le importa la mejora de la institucionalidad democrática. A ello juega Keiko, y definitivamente, esto le está funcionando para el público objetivo que reside en Lima.