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martes, agosto 12, 2008

¿Un Perú 100% informal acabará con la pobreza?

El reciente fenómeno de reducción de la pobreza vivida por el Perú contradice la poderosa receta de Hernando de Soto para resolver la pobreza del mundo. Y es que, según Renos Vakis, investigador del Banco Mundial a cargo de explicar la reducción de la pobreza en 5 puntos porcentuales durante el Seminario "Perspectivas de la pobreza en el Perú" (descargar ppt zipeado aquí), más del 70% de las familias que abandonaron la pobreza pertenecían al sector informal. A continuación la diapositiva que presenta tales resultados (#18):


Tengo dos reflexiones al respecto. La primera tiene que ver con el ya aludido pensamiento de Hernando de Soto, y la segunda respecto a la pregonada idea del Banco Mundial sobre el "crecimiento pro pobre".

En el primer caso, como se recordará, de acuerdo con De Soto (entrar a su website aquí), para acabar con la pobreza basta con incorporar al sector informal de la economía a través de un sistema legal más simple y llano que permita valorizar su incalculable y misterioso capital acumulado en pisos, paredes y terrenos construidos y ocupados durante varios años de lucha por sobrevivir. Según sus palabras en "El misterio del capital"(p.51):
El grueso de la iniciativa empresarial en los países del Tercer Mundo se encuentra entre los recolectores de basura, los fabricantes de artefactos y las compañías de construcción ilegales ubicadas en el otro extremo de la sociedad. La única disyuntiva real de los gobiernos de esos países es incorporar esos recursos económicos a un marco legal ordenado y coherente, o seguir viviendo en la anarquía.
y luego remata que (p.65)...
Calculamos que el valor de los inmuebles en posesión, mas no en propiedad legal de los pobres de los países del Tercer Mundo y de los que salen del comunismo suma no menos de US$9.3 millones de millones.
Pero Vakis, nos cuenta otra historia con lo ocurrido con la pobreza peruana en los últimos años. La informalidad reduce la pobreza. Y lo hace mucho más en un contexto de crecimiento acelerado de la economía. Esto resulta un tanto extraño de sustentar, pero no es la primera que se afirma algo como esto. Recuerdo bien cómo a mediados de los años noventa leía algunos ensayos donde se ilustraba la hipótesis de que el sector informal no era más un sector de refugio frente a la incapacidad de absorción de la economía formal en empleos bien remunerados. Las familias, o los hijos de ellas, buscaban insertarse en la economía informal como primera opción porque ofrecía una mejor remuneración promedio que el sector formal.

Por ejemplo, el prolijo estudio de Yamada y Ramos (1996, Univ. del Pacífico, pp.89-192) lo explica así:
En todas las pruebas empíricas realizadas, más de la mitad de los integrantes de estos sectores [el informal urbano] -y en algunos casos hasta el 86% del total de individuos en el autoempleo y la microempresa- ganan más que su costo de oportunidad en el sector formal de la economía.
...
Existe siempre una diferencia promedio positiva (premio) por abocarse al autoempleo y la microempresa mayor al 20% de la remuneración alternativa. Una razón poderosa que explica dicho premio en el autoempleo y la microempresa es la existencia de habilidades y aptitudes empresariales necesarias para todo tipo de aventura empresarial exitosa por más pequeña que sea esta -desde decisiones de mercadeo, como la localización geográfica y la gama de productos y precios a ofrecerse, hasta el margen de riesgo que se asume en el negocio-.
...
En ese sentido, el autoempleo y la microempresa son sectores dinámicos capaces de absorber ingentes cantidades de mano de obra en condiciones competitivas y en variadas circunstancias.

Este tipo de discusiones eran pan de cada día tanto en las aulas universitarias como fuera de ellas, puesto que era común escuchar, al menos en el área urbana, cómo los jóvenes y adolescentes deseaban ubicarse en Polvos Azules, Rosados o Gamarra, antes que ir a trabajar a Backus, al Banco de Crédito, o a los supermercados de Wong. Y eso es algo que ha durado hasta un poco después de la caída del régimen Fujimorista, cuando se vieron otras posibilidades de hacer negocio mutuamente rentable con los sectores más atractivos de la economía urbana.

Y aquí conecto rápidamente con la idea del "crecimiento pro pobre". Esto gracias a una aguda observación de mi amiga Mirlena que me preguntaba, ¿De qué crecimiento pro pobre está hablando el Banco Mundial, si la pobreza se ha reducido gracias al sector informal?. Aquí la exposición de Javier Herrera en el mismo seminario, hace un excelente aporte con un par de las conclusiones más notables de su presentación (descargar aquí, ppt, zip):
  • Las mejoras en los ingresos por trabajo han sido modestas (1.5% en promedio 2004-2006). El incremento en el ingreso de los hogares que salieron de la pobreza se debió principalmente a una mayor participación de miembros del hogar en el mercado de trabajo y no en una mejora de las remuneraciones por hora ni en el numero de horas trabajadas por ocupado.
  • Las tendencias observadas en 2007 y primer trimestre de 2008 sugieren que el alza de precios de alimentos podría provocar un incremento de la pobreza que seria difícilmente ser contrarestada sin una mejora en las remuneraciones de los asalariados y una mejora en la productividad de las microempresas.
Es decir, para que las familias pudieran obtener oportunidades para mejorar su ingreso global han tenido que presionar para que más de sus miembros participen en el mercado de trabajo. Ya que el número de horas trabajadas por persona se encuentran al límite (ver investigación de Gustavo Yamada, aquí, pdf) es imposible que se pueda aumentar los ingresos por esta vía.

Por lo tanto, cabe la segunda conclusión de Herrera, esto es, que es necesario incrementar las remuneraciones de los asalariados (para quienes se encuentren ubicados en la gran y formal empresa) y aumentar la productividad de las microempresas, que es un punto que tiene mucho pan que rebanar en materia de investigación y capital.

Como fuera, la reciente experiencia peruana para reducir la pobreza estaría expandiendo el concepto del Banco Mundial sobre lo que es crecimiento pro pobre, en el que en un contexto de crecimiento acelerado, con elevados niveles de desigualdad, sin aumento significativo de remuneraciones para el sector formal, es posible reducir la pobreza gracias al ingenio y gracia del gigantesco triciclo que representa el sector informal peruano.

Vale la pena recordar y reflexionar sobre el famoso "Triciclo Perú" de Los Mojarras...


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