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miércoles, septiembre 23, 2009

El Estado ONG

Me pareció como siempre, muy interesante la participación del economista Javier Iguiñiz, el día de hoy en el Seminario Nacional sobre el Presupuesto Público organizado por la Red Jubileo Perú. Entre las reflexiones vertidas por Iguiñiz, me llamó mucho la atención aquella en la que terminó calificando al Estado peruano, como el "Estado ONG".

¿Estado ONG? De qué otra manera se podría calificar a un Estado que se ha comprado el rollo de la focalización cuando su deber es la de proveer sus bienes públicos a todos los peruanos y peruanas sin distinción. Cuando una ONG diseña o ejecuta un proyecto, dado que tiene que trabajar propuestas de desarrollo de manera experimental con cierto tipo de personas, tiene que racionalizar sus recursos y por lo tanto se encuentra obligada a focalizar. ¿Pero el Estado? El Estado no es una ONG. Para comenzar, los representantes son elegidos por voto popular y por ello el Estado se debe a todos los ciudadanos, no sólo unos cuantos que para ser visibles al Estado, para merecer el donativo o la venia, tienen que mostrar su cara más dramática.

Y allí emerge una preocupación central en la relación que hemos caido todos los peruanos desde los noventa al institucionalizar la exclusión en el corazón del Estado peruano. Antes existía seguro social al cual contribuían todos, ricos, medios y pobres a fin de garantizar un servicio de salud público. Pero ahora no, cada uno es responsable de su propia salud, de su propia jubilación, y por tanto esta tan solo puede ser pagada por los que más recursos tienen. Los más pobres por el contrario, reciben un servicio estatal como si de un bien inferior se tratara, pues debe ser mantenida con recursos cada vez más limitados.

Concuerdo con Iguiñiz en la necesidad de repensar nuestras relaciones con el Estado en el marco de los principios que guían nuestras relaciones con los demás. No es posible que sigamos haciendo de la exclusión un valor que perfila la política pública como si el otro merece solo una dádiva. El otro merece igual que como uno una educación, salud y jubilación de calidad. Pero ello implica que cumplamos con la responsabilidad personal de contribuir con nuestros impuestos a la construcción de ese Estado. Mientras no resolvamos el problema de nuestra obligación frente a la recaudación tributaria, la inequidad y la exclusión permearán cada política pública haciendo que el Estado ejecute más bien políticas ONG.

Con políticas ONG, no se logrará desarrollo en el Perú. Las ONG cumplen una función vital al validar sus experiencias y permitiendo que las lecciones aprendidas de ellas puedan nutrir el discurso público sobre lo que es posible hacer en determinadas condiciones. Pero de allí a que el Estado se convierta en una super ONG, creo que estamos bien equivocados. Ese modelo no puede continuar porque es excluyente de por si. Y exclusión, es lo que menos necesita el país en estos momentos.

sábado, septiembre 19, 2009

El poder de los milagros

En enero del 2008, el BCRP publicó un estudio que calculaba la probabilidad de que el Perú se convierta en el nuevo milagro económico de la región en los próximos diez años. El texto rezaba así:

“El modelo [econométrico] de elección ordenada empleado para tal fin arroja una probabilidad de 93 por ciento de que la economía peruana pueda constituirse en un milagro económico durante los próximos 10 años en tanto la probabilidad de que se constituya en un desastre es prácticamente nula. […] En el ámbito latinoamericano, el Perú se muestra conjuntamente con México y Chile como uno de los países con las mejores probabilidades para obtener un rendimiento económico sobresaliente durante los próximos 10 años. Dada esta perspectiva, puede resultar aventurado pero también oportuno bautizar al Perú como el nuevo tigre sudamericano o andino en referencia al notable proceso de crecimiento que nuestro país estaría próximo a experimentar.” (Chirinos, 2008: 18)

En septiembre del mismo año, el grupo Apoyo añadió en su reporte anual “El poder en el Perú” lo siguiente:

“Con las posibilidades de que el país constituya un “milagro económico” en 10 años –es decir, antes del bicentenario de la Independencia- situadas en 93 por ciento de acuerdo con un reciente estudio del BCR… el poderío que el país gestaría internamente tendrá impacto en su posición en el tablero regional, en buena medida, según la imagen que los mercados mundiales le sigan otorgando”. (APOYO, 2008: 26)

El martes de esta semana, el INEI reportó una nueva caída de la economía peruana con -1.38% correspondiente para el mes de julio del presente año. Esto nos lleva a considerar que según las estadísticas más optimistas el país cerrará el 2009 con un crecimiento de 0% o 1%.

Queda claro que el milagro se esfumó. Justo unos días antes que entremos al mes de los temblores donde miles de fieles, microempresarios y poderosos se darán cita en las calles al pie de la imagen del Señor de los Milagros, buscando tal vez un milagro personal antes que colectivo. Aunque en verdad, sólo los más avisados ya habrán resuelto sus preocupaciones para el próximo año en el Congreso cuando aprueben su participación en el goce del presupuesto público del 2010.

viernes, septiembre 11, 2009

La estrategia del oro en una crisis que se alarga

Acabo de recibir el aviso de Forbes que el oro acaba de cruzar la barrera de los 1000 dólares la onza. ¿Qué significa tal suceso? De acuerdo con Forbes eso sólo significa una cosa:
Que el oro rompa la barrera de los 1.000 dólares en otoño significa que el choque del 2007-2008 no es el final de la crisis financiera. Hay más tormentas financieras por delante, y los inversores profesionales están poniendo todo el dinero posible en el oro como la única caja fuerte de refugio.
A partir de ello Forbes recomienda a los inversionistas que compren oro cuanto puedan pues este se porta bien tanto en tiempos de crisis como de auge. El pronóstico de Forbes es que este metal tendrá una curva ascendente conforme más y más ricos se refugien en él hasta alcanzar la marca de los 1600 dólares, precio que probablemente se mantendrá durante tres largos años (aunque hay pronósticos hacia más arriba también, ver aquí). Pero más que comprar oro (o papeles de oro), la recomendación estratégica más contundente de Forbes es que los ricos compren minas de oro (acciones). Todavía las acciones de las minas de oro se encuentran subvaloradas, así que aprovechen, dice Forbes.

¿Qué implicaciones tiene esto para el Perú? Como sabemos, tenemos el honroso 4to lugar como exportadores mundiales de oro. Las mineras de oro que lideran el sector en nuestro país, creo que ahora se han convertido en una herramienta estratégica para que como país afrontemos con relativo éxito la profundización de la crisis mundial.

No digo que tengamos que expropiarlas. Aunque teóricamente esa sea la mejor solución. No obstante, esa sería una señal decisiva para que el oro aumente aún más de precio con algunas complicaciones políticas para el Perú en el escenario internacional. Sugiero más bien seguir el camino de la negociación estratégica que de cierta forma Alan García pronunció en su discurso. Deben reabrirse el debate de introducir los impuestos a las sobreganancias para que el Estado peruano tenga un financiamiento seguro para atender la ola de protestas sociales que se desatarán como consecuencia de la profundización de la crisis en nuestro país.

De esos 600 dólares por onza exportada, debe tomarse por lo menos la mitad para financiar al golpeado tesoro público de nuestro país para que se pueda garantizar la efectividad de los programas sociales durante la larga época de la crisis que se avecina. No sigamos recurriendo a la estupidez de endeudarnos cuando dentro de nuestras propias fronteras se encuentra la clave para superar la crisis que no provocamos.

Gracias Forbes por el aviso.

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Enlace en el Diario La Primera (ver aquí).