Humberto Campodónico, en su columna Cristal de Mira, realiza varias propuestas de política concretas para resolver el problema del mercado lácteo: la posición dominante de tres empresas (Gloria, Laive y Nestlé) tanto por el lado de la compra de insumos (oligopsonio) que es lo que perjudica a los productores pagándoles un precio bajo por la leche fresca; como por la venta del producto (oligopolio), que es lo que perjudica a los consumidores y al Estado ya que vende un producto caro e ineficiente (leche evaporada en tarro metálico). Cuando existe un mercado de esta naturaleza se le llama oligopolio bilateral o monopolio bilateral (si no son 3 empresas sino solo una).
Las recomendaciones de Humberto se realizan sobre la base de un estudio muy bueno realizado por el INDECOPI (ganador del Premio de Buenas Prácticas Gubernamentales de este año) en mayo del 2007:
Esta intervención presionará en los costos de la empresa para buscar una solución más eficiente para la presentación de su producto final, por ejemplo el tetrapack, vendiendo leche fresca. Los médicos pueden ayudar bastante a orientar los gustos de sus pacientes para que consuman leche fresca proporcionando toda la información posible sobre la conveniencia del consumo de este producto. Para eso será necesario que el precio relativo de la leche en caja baje, quiza diseñando una estructura de impuestos distinta que promueva su abaratamiento.
Las recomendaciones de Humberto se realizan sobre la base de un estudio muy bueno realizado por el INDECOPI (ganador del Premio de Buenas Prácticas Gubernamentales de este año) en mayo del 2007:
Una es que los programas sociales reviertan su tendencia al aumento de la compra de la leche evaporada, pues eso refuerza el poder de las tres grandes. Pero hay un problema: los peruanos pobres prefieren la leche evaporada porque no tienen refrigeradoras: "De hecho, hay una correlación alta entre el consumo de leche evaporada y la no tenencia de refrigeradora" (Indecopi, ídem).La propuesta de Campodónico es totalmente consecuente con la posibilidad teórica de intervención del Estado en un mercado ineficiente como el señalado. Desde el punto de vista del comprador, la intervención incrementará no sólo el precio de la leche fresca sino también los volúmenes de compra hasta un punto más competitivo. Es decir, hará al mercado de factores más competitivo. Y de paso, generará más empleo.
También se puede promover el acceso a tecnologías de refrigeración; tercerizar los servicios de control de calidad para evitar el rol de juez y parte que tienen las empresas al momento de fijar los precios. Otra medida es promover las organizaciones formales de los productores para que puedan acceder a financiamientos y realizar mejores negociaciones referentes al precio de la leche.
Mientras esas políticas se materializan, convendría actuar como en Colombia, país donde interviene el Ministerio de Agricultura para "regular los mercados internos de productos agropecuarios y pesqueros y determinar la política de precios, cuando se considere que existan fallas en el funcionamiento de los mercados". Eso es que lo se hizo con la Resolución 0012 (enero del 2007), que fijó los precios que los industriales le deben pagar a los ganaderos, sobre la base de una estructura de costos proveniente de un estudio realizado por el propio Ministerio. ¿Sucederá eso algún día en el Perú?
Esta intervención presionará en los costos de la empresa para buscar una solución más eficiente para la presentación de su producto final, por ejemplo el tetrapack, vendiendo leche fresca. Los médicos pueden ayudar bastante a orientar los gustos de sus pacientes para que consuman leche fresca proporcionando toda la información posible sobre la conveniencia del consumo de este producto. Para eso será necesario que el precio relativo de la leche en caja baje, quiza diseñando una estructura de impuestos distinta que promueva su abaratamiento.
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