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domingo, junio 10, 2007

Comprobado: Lima sin clase media

Un reciente estudio publicado por el CIES en su página web (elaborado por Viviana Salgado - UNI) presenta evidencia a favor de que en Lima, a partir de 1996, ya no existe una clase media de trabajadores. Es decir, sólo existen trabajadores que ganan muy bien "las de ingreso alto" y trabajadores que ganan muy mal "las de ingreso bajo". Es un mercado laboral bipolar. En palabras de la investigadora (pág. 30 del estudio):

¿Cuál es la representación más apropiada para caracterizar la distribución de ingresos en Lima Metropolitana? ¿Son dos o tres grupos la característica que mejor representa la distribución? [...] la mejor descripción de Lima Metropolitana, en todos los años de estudio, es la de una sociedad con dos tipos de personas: las de ingreso bajo y las de ingreso alto. Sin embargo, al considerar el menor nivel de sensibilidad, la mejor descripción [desde 1990] hasta 1995 consistía en una ciudad con tres tipos de ingresos, sin embargo, desde 1996 hasta el 2005 Lima se ha convertido claramente en una región con dos polos.
De acuerdo con las pruebas realizadas por la autora, las razones que explican la existencia de estos dos grupos diferenciados son fundamentalmente el nivel educativo, la calificación y la pertenencia al sector formal o informal. Los trabajadores limeños que tienen ingresos altos tienen una educación universitaria completa o superior y pertenecen definitivamente al sector formal. En contraste, los trabajadores limeños que tienen ingresos bajos tienen una educación superior incompleta o menor y pertenecen al sector informal.

Los factores biológicos como la edad o el sexo habrían perdido capacidad explicativa suficiente para describir la estructura bipolar de los ingresos de los trabajadores limeños. En cierto sentido, esta es una buena noticia, ya que hablaría de un mercado laboral que está madurando respecto de estos factores haciéndolo más equitativo. No obstante, creo que esta es una hipótesis que debiera ser evaluada a través de otras aproximaciones metodológicas y en subgrupos poblacionales específicos donde estas variables pueden ser todavía significativas para explicar estructuras de ingresos laborales distintas.

Una última cuestión que me llama poderosamente la atención es que un quinto factor evaluado en el estudio es que la pertenencia de un trabajador a un determinado sector económico no explique la polarización en Lima. Se me ocurre que la masificación del sector informal en Lima haría que las diferencias remunerativas para un trabajador dependiente entre actividades económicas sea mínima. Sería indiferente para una persona trabajar con los zapateros en Caquetá, con los confeccionistas de Gamarra, con los que hacen muebles en Villa El Salvador, o como cambista de dólares o euros en Miraflores.

Sea como sea, la observación empírica que hice en un post anterior sobre la disminución relativa de los ingresos agregados de lo que vendría a ser la clase media trabajadora en Lima, estaría siendo confirmada por este estudio que acabo de comentar.

viernes, junio 08, 2007

La pobreza en Perú y Chile

Mientras que las portadas de los diarios peruanos y chilenos están copados con las noticias relacionadas con los resultados del informe de la fiscal chilena Maldonado donde recomienda extraditar a Alberto Fujimori, y el posterior arresto domiciliario del ex-presidente peruano; muy pocos han prestado atención a la publicación de los datos sobre la evolución de la pobreza realizado por ambos países.

En el caso de Chile, los datos son recogidos por el Ministerio de Planificación y son estimados a partir de la Encuesta CASEN (Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional) cuya última estimación es de 13.7% de pobreza para el 2006. Por su parte, en el caso peruano, los datos han sido recogidos por el INEI (a través de las Encuestas de Hogares - ENAHO), pero los niveles de pobreza han sido presentados en el reciente Marco Macroeconómico Multianual 2008 - 2010 elaborado por el MEF (tabla 15, pág.60). De acuerdo con este documento, la pobreza en nuestro país habría caído de 54.8% en el 2001 a 48.9% en el 2005.

Más allá del evidente mejor desempeño de Chile en su lucha contra la pobreza, una de las cuestiones que más me ha llamado la atención es la diferencia en el tamaño de muestra de los hogares que han sido empleados por ambas encuestas. Se podría decir que la medición chilena es mejor que la peruana. Esto se debe a que en el caso chileno, la muestra es de más de 73 mil hogares, mientras que en el peruano, esta apenas supera los 20 mil hogares. Es cierto que ambos países tienen una población totalmente distinta (Chile tiene 16.1 millones de personas, en tanto que Perú 27.2 millones), lo que haría que el tamaño de muestra chileno debiera ser naturalmente mayor que el peruano. No obstante, la mayor precisión exigida por la encuesta del país del sur y la posibilidad de destinar mejor los recursos en un país sin una geografía tan difícil como la peruana, hace que sea factible la aplicación de tal super-encuesta.

Sin más preámbulo, presento una comparación de los datos de pobreza estimados para ambos países. La serie de datos peruana ha tenido que ser redefinida 'hacia atrás' (utilizando los porcentajes reportados por el INEI previamente) pues hubo un cambio de metodología en la aplicación de las encuestas desde el 2001. Los datos de 1991 y 1994 son tomados del Instituto Cuánto. En el caso chileno, la serie de datos de la pobreza desde 1990 ha sido publicada por el diario La Tercera en el siguiente enlace.




jueves, junio 07, 2007

Transición demográfica peruana frente a la europea

La transición demográfica es un modelo mental que sirve para describir el proceso de evolución de la población desde una situación donde existen altas tasas de mortalidad y natalidad (un modelo ineficiente) hacia otra, donde ambas tasas son bajas (un modelo eficiente). De acuerdo con esta visión, todo proceso de transición demográfica es inherentemente distinto en cada país o región, puesto que este se encuentra explicado por múltiples factores interrelacionados, ya sea de orden político, económico o social. El proceso de transición demográfica ocurrido en nuestro país ha tenido varias características distintivas frente al acaecido en promedio en la Europa del siglo XIX y XX, de las cuales sólo destacaré tres:

En primer lugar, el momento de inicio de la transición demográfica se dio mucho más tarde en nuestro país que en Europa. Esto puede ser explicado por factores históricos, políticos y económicos. El proceso de industrialización comenzó mucho más tarde en nuestro país y fue truncado debido a que, para el proceso de globalización, era mucho más eficiente que el Perú se insertara como un país productor y proveedor de materias primas para el mundo desarrollado.

En segundo lugar, la transición demográfica ha sido mucho más rápida en nuestro país que en el caso de los países europeos. Esto se debe a que la naturaleza de este proceso ha sido también distinta, a pesar que el orden de los eventos ha sido similar (primero cayeron las tasas de mortalidad y luego las tasas de natalidad). Mientras que en los países europeos la caida de las tasas de mortalidad han estado explicadas por la lenta asimilación de un conjunto de cambios estructurales en términos de mejoras en la nutrición, de los niveles de vida y de cuidados de salud; en nuestro país, la introducción de tecnologías de salud pública (vacunas, asepsia, erradicación de vectores, etc.) fueron materia de política pública más costo efectiva que los cambios estructurales, que también se dieron, pero a escala mucho menos importante que lo que se dió en Europa.

Finalmente, la transición demográfica en nuestro país no ha estado acompañada de una transformación productiva de la economía, como si sucedió en Europa, que provea de empleos de calidad a la población en edad de trabajar. Es por esta razón que los procesos de informalización de la mano de obra, surgidos del anterior desfase señalado, han puesto en riesgo a la población dependiente ya sea por la vía privada (pocas familias pueden costear la alimentación/educación/salud/jubilación deseadas por su alto costo) o pública (el Estado no puede recaudar lo necesario para costear la educación/salud/jubilación deseadas para la mayoría de la población lo que le obliga a privilegiar la alimentación).

En conclusión, podría decir que el proceso de transición demográfica de nuestro país ha sido secuencialmente similar a los países europeos, pero de una velocidad, naturaleza y composición distinta a la vivida por ellos. Esto significa que las soluciones deben ser también distintas. En el marco de la teoría demográfica transicional, esta debería darse en un modelo abierto de crecimiento poblacional, es decir, donde los flujos migratorios desde los países menos desarrollados hacia los más desarrollados, sean promovidos antes que limitados, a fin de lograr que la pirámide poblacional del mundo (como un todo) se estabilice en una situación eficiente.

lunes, junio 04, 2007

¿Cuán sensible es la pobreza al crecimiento?

El nuevo Marco Macroeconómico Multianual (MMM) publicado por el MEF, para los años 2008 al 2010, presenta -como ya lo ha venido haciendo desde hace varios años- la estimación de los principales indicadores macroeconómicos de nuestro país, incluyendo el impacto de ellos en los principales indicadores sociales. En ese sentido, una de las secciones más controvertidas e importantes del MMM es la que discute las cifras de impacto sobre la pobreza.

De acuerdo con este nuevo MMM, un crecimiento de la economía del 7% anual, equivalente a un incremento del PBI per cápita del 5%, reducirá la tasa de pobreza en alrededor del 2% en un año. Con estas cifras es probable que el gobierno aprista se despida señalando que la pobreza alcanzó un respetable 45% de pobres para fines del 2011. Esto será así, siempre y cuando, se mantengan los siguientes supuestos: la desigualdad económica y social no empeorará, el crecimiento no decaerá por debajo del 7% en ninguno de los próximos 5 años, el boom exportador de la minería y otros sectores dinámicos continuarán con un entorno internacional favorable, se mejorará la calidad del empleo de manera progresiva, y finalmente, el aprismo respetará la disciplina del tesoro público.

Dos problemas potenciales pueden hacer agua a este maravilloso panorama: el comportamiento bivalente de la elasticidad de la pobreza y el problema del coeficiente de Okun. El primer problema tiene que ver con la poca sensibilidad de la pobreza para reducirse durante un periodo expansivo de la economía y la extrema sensibilidad de ella para aumentar en un periodo recesivo. Hace algún tiempo calculé la elasticidad crecimiento pobreza para los años ochenta y noventa. Allí encontré que la pobreza se reducía en 0.2% en promedio durante un periodo de crecimiento, mientras que se incrementaba en un poco más del 2% cuando aparecía un periodo de recesión económica. Si jugamos un poco con las cifras podríamos decir que, aproximadamente 11 años continuos de reducción de la pobreza, logrados por un contexto de crecimiento económico vigoroso, podían ser diluidos por un sólo año de recesión económica.

El segundo problema tiene que ver con la relación entre el crecimiento económico, la creación de empleo y la pobreza. Sólo es posible reducir la pobreza si el crecimiento impacta tanto en la creación de nuevos empleos y en el mejoramiento de los ingresos de los ya existentes. Pero no todo el crecimiento se transforma en nuevos empleos o ingresos. El indicador que mide este grado de "conversión" se llama coeficiente de Okun. Gonzáles (2002) en un estudio realizado para la Universidad de Stanford reporta que este coeficiente era 0.15 para el caso del empleo peruano. Otras mediciones las ha realizado Garavito (2002) de la PUCP, quien reporta un coeficiente de 0.08; y también yo hice otra, ese mismo año para un estudio en desco, estimando el indicador en 0.12. En cualquiera de los tres casos, y comparado con otros países latinoamericanos (Colombia 0.52, Chile 0.36, Venezuela 0.32, Brasil 0.18), podemos apreciar que el Perú es un país donde el crecimiento económico tiene un bajo impacto en la creación de empleos.

Antes de dar por concluida la anterior explicación es preciso acotar lo siguiente. El coeficiente de Okun solo funciona a partir de cierto nivel de crecimiento económico. De acuerdo con algunas estimaciones, este debe ser a partir del 3%. Esta tasa de crecimiento sería la mínima necesaria para absorber el crecimiento natural de la PEA. No obstante, algunos estiman que este nivel es mayor, ya sea 5 o 7%. No he tenido oportunidad de revisar de dónde provienen esas estimaciones mínimas a ser superadas por el coeficiente de Okun para que éste recién funcione. Pero supongamos que la valla sea 5%, es decir la tasa promedio estimada por los MMM anteriores al actual. Podemos decir que por cada punto de crecimiento económico por encima de ese valor, apenas un 12% se transformará en empleo. De aquí se explica la conexión con la elasticidad crecimiento pobreza. Si es difícil crear empleo ante una fase expansiva del PIB, será aun mas difícil reducir la pobreza si no se supera la valla del 5%.

El problema del bajo impacto de la pobreza ante el crecimiento se debe a la poca sensibilidad del empleo ante este último. Mientras que nuestra economía no resuelva este problema, veremos que el crecimiento no será una herramienta efectiva para resolver el problema de la pobreza en nuestro país. Cualquier proceso recesivo, originada por cambios en el contexto internacional por ejemplo, volverá a poner la situación crítica y estaremos donde comenzamos. Creo que una medida concreta tiene que ver con promover una transformación de la estructura productiva de nuestro país. No podemos depender únicamente del crecimiento sobre la base de la minería o la especulación. Es necesario redistribuir las rentas que estas actividades generan para formar una base productiva manufacturera invirtiendo en capital humano masivo, de la mejor calidad.

Las posibilidades de lograr un escenario favorable y sostenible en los próximos 20 años son buenas, si se aprovecha la oportunidad que se tiene en la actualidad. Hay que revisar la experiencia holandesa para ver que lecciones nos sirven en ese sentido.




La Oroya es Ancón

Con esas palabras, un amigo de mi trabajo, muy vinculado al tema medioambiental, me comentó lo que me parecería el problema de la contaminación de la minería de la Oroya si viera la que acontece en Cerro de Pasco. Sinceramente, espero no horrorizarme tanto, de tener oportunidad de conocer esa región, al estar prevenido de su tan precaria situación. Casualmente, apareció ayer sábado una tímida nota relacionada con el tema, en el Diario El Comercio, casi oculta entre varios avisos publicitarios y noticias poco trascendentales, que reproduzco a continuación:

PASCO. EL COSTO DE LA ACTIVIDAD MINERA
Investigan presencia de metales pesados

Toman muestras de sangre en medio millar de personas que viven en poblados mineros

Un equipo de diez científicos estadounidenses ha empezado a recorrer diversos barrios pobres de Cerro de Pasco para realizar una investigación sobre la contaminación de metales pesados en esa población. Hasta el momento han tomado muestras de sangre de más de medio millar de menores y madres gestantes de los centros poblados de Chaupimarca y Paragsha, ubicados a pocos metros de la zona donde la minera Volcan realiza actividades extractivas a tajo abierto. Por el distrito de Chaupimarca, ubicado al norte de la ciudad de Cerro de Pasco, circulan las espesas nubes de polvo que generan más de 15 explosiones diarias que realiza la actividad minera. Paragsha también es afectada por los agentes contaminantes de esta actividad.

Los resultados de la investigación científica, financiada por la minera Volcan, se darán a conocer en los próximos dos meses, informó la doctora Valencia Altamirano Mattos, de la Dirección Regional de Salud de Pasco.

Esperemos a ver cuán grave es la situación y cómo es asimilada por el Estado y la sociedad civil.
De hecho, los blogs enlazados en Google Earth brindan información empírica sobre la contaminación del aire en la zona.


Que nos quiere decir el gráfico superior? Aparte de indicarnos la fecha y las coordenadas exactas donde se ha tomado la foto, se nos da una valoración de la calidad del aire, donde aparece "Environmental Quality: 20". Esta calificación corresponde a la tabla de valoraciones de la Farm Bill del 2002 donde se establece que, en el caso de la calidad del aire, una calificación de 20 puntos significa la máxima disponible para la presencia de residuos solidos y químicos en el aire que respiran los cerreños. Así que es muy probable que el estudio que se está realizando en la actualidad no haga otra cosa que certificar la extrema contaminación de los habitantes de la zona.

Una desgracia mayúscula que debe servir para redefinir nuestro concepto de bonanza macroeconómica y competitividad frente a los TLC. Y yo diría también de la medición de los niveles de vida. De qué vale que tengan buenos ingresos los pobladores de la zona respecto de lo que podrían obtener en otras actividades, si no se les está compensando por la contaminación que absorben y que transmiten a sus futuras generaciones!