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domingo, agosto 12, 2007

Althaus y la desigualdad

Hoy en el diario El Comercio, aparece una publi-entrevista al periodista Jaime de Althaus, a propósito de la reciente publicación de su libro "La revolución capitalista en el Perú". La siguiente declaración es la que me pareció de lo más provocadora, frente a lo que eventualmente un 'ciudadano de a pie' podría pensar:
[Entrevistador:] Tú señalas en tu libro que es un mito el que el nuevo modelo [el neoliberal de los noventa] haya incrementado la desigualdad.
[Jaime de Althaus:] Porque no es así. El 20% más rico de la sociedad hoy día tiene una participación menor de los ingresos totales de la sociedad de la que tenía en 1985, y el 50% más pobre tiene una participación algo mayor. Tampoco espectacularmente mayor, pero sí algo mayor en el ingreso total peruano de la que tenía hace 20 años.
En realidad, lo dicho por Althaus, es una mala interpretación de una importante conclusión realizada por un par de investigadores de GRADE (Escobal y Agüero, 1995, pág. 2):
[...] en el caso peruano, el deterioro de los ingresos registrado a fines de la década de los ochenta estuvo acompañado por una "mejora perversa" en la distribución de los ingresos.
En efecto. De acuerdo con las estimaciones de estos investigadores (pdf, pág. 10) -sobre la base de las Encuestas de Niveles de Vida de Cuánto S.A.- el índice de Gini (la medida de desigualdad) del consumo percápita pasó de 42.90 en 1985, a 41.4 en 1991, y luego a 40.47 en 1994. Paralelamente, el ingreso medio percápita (en soles de 1994) bajó de S/. 3,252 a S/. 1,917 en 1991 y luego a S/.2,576 en 1994. Es decir, hubo una caída en los ingresos medios acompañada de una reducción de la desigualdad durante el cambio del modelo heterodoxo de García al modelo neoliberal implementado en los noventa.

No obstante, los investigadores tuvieron cuidado en señalar lo siguiente (pág. 17, énfasis mío):
Habría que tomar nota que esta ligera reducción en los coeficientes Gini entre 1991 y 1994 [...] podría no ser significativa. Es más en la medida que se transite de la estabilización económica a un crecimiento sostenido, no sería de extrañar que aquellos con mayores posibilidades de integrarse exitosamente al mercado (sin duda los más ricos) puedan aprovechar mejor el nuevo entorno económico, generándose un proceso "natural" de diferenciación que incrementaría la desigualdad en la distribución de ingresos,
Estas previsiones han sido totalmente validadas al observar las nuevas estimaciones sobre el índice de Gini, que se han dado en un contexto de reducción generalizada y rápida de la pobreza entre el 2004 y 2006. En el primer año, el Gini alcanzó 42.21, el 2005 llegó a 42.39 y el último año en 43.13. Esta última cifra, comparada con 1985 nos revela que el Perú del 2006 tiene el récord de desigualdad más alto de la reciente historia democrática, lo que contradice de lleno la afirmación de Althaus (43.13 versus 42.90).

Con esta constatación, me queda clara la incapacidad de Jaime de Althaus para responder -sin caer en ambigüedades- a la repregunta que hiciera el periodista (énfasis mío):
[Entrevistador:] A lo largo de tu libro indicas que este nuevo proceso no es perfecto y que todavía hay muchas cosas por corregir.
[Jaime de Althaus:] Es que el modelo [neoliberal de los noventa] también engendra diferencias. Hay regiones que crecen mucho más que otras, aunque de todas maneras la tendencia a concentrar todo en Lima se ha detenido y hoy la brecha centralista se ha reducido, pues el interior está creciendo mucho más que la ciudad de Lima y el empleo crece más en las ciudades más dinámicas del interior que aquí en la capital. Claro que en provincias también hay diferencias, pues hay algunas regiones que crecen mucho más que otras. Esas otras que están creciendo poco o nada son precisamente las que protestan y se movilizan.
Aún no he comprado el libro de Jaime, ya que no me pareció muy novedosa la propuesta, luego de haber visto la beneplácita entrevista que le hiciera Rosa María Palacios en su programa Prensa Libre.

Todavía no me parece interesante. Sobre todo, luego de haber encontrado poca rigurosidad en la lectura de datos y amplio sesgo en las interpretaciones hechas por el periodista sobre un problema que agobia no solo a nuestro país sino, al mundo entero, tal como lo señala las propias Naciones Unidas.

Tal vez, resulte interesante ver la crítica magistral de Julio Cotler que recientemente hiciera a su libro en ocasión de la FIL. Inconmensurable.



También hay una crítica de Hernando de Soto, que aunque inicialmente trata de ayudarlo un poco, en realidad parece decirle que en este libro, Jaime no ha tenido la capacidad de explicar bien lo que ha querido decir. Por ello le recomienda escribir 'La trilogía' para acabar con las dudas y ambigüedades que emergen de este libro escrito tan ligeramente. En fin. Véanlo Uds. mismos:



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