Todo parece indicar que, en nuestro país estamos tan bien, que cuando aumenta el precio del pan, la gente de varios lugares del país tiene que salir a las calles para reclamar por tal injusticia. Esto contrasta notablemente con el comportamiento decreciente de las cifras de pobreza según el INEI. Si hay menos pobreza, ¿Por qué la gente se 'araña' ante una aparentemente leve subida del precio del pan?.
Esta respuesta nos la trae el último reporte de precios del INEI. Según este documento, la 'culpa' del incremento de precios en el mes patrio recayó en el componente de los Panes y cereales. Su comportamiento fue cinco veces más rápida que la evolución promedio general de los precios (2.54% vs 0.48% respectivamente).
Buscando profundizar aún más en la búsqueda del principal culpable del incremento generalizado de los precios de la canasta peruana encontré en dicho informe el siguiente cuadrito (pág. 8):
¿Es el camote el responsable de la insatisfacción peruana? No pues. El problema es que este producto no es un ingrediente importante en la dieta familiar y por eso no impactó tanto en la subida general de los precios. Es por eso que el siguiente cuadrito es más importante que el anterior (pág. 8):
Como se puede apreciar, el pan francés fue el alimento que tuvo la mayor contribución en la inflación observada durante el mes patrio con el 15%. El camote, a pesar de haber variado en 30.6% ha tenido el menor impacto de todos con casi 3% de aporte, debido a que es menos importante en la canasta familiar.
De lo anterior se deduce dos cuestiones importantes: la primera es que si el pan varía su precio en más del 4% es hora de que el gobierno ponga atención a las familias porque si no estas pueden salir a las calles a protestar. La segunda es que no necesariamente podríamos hablar de empezar una sustitución de la harina de trigo por la harina de camote, como he escuchado decir en ocasiones como esta. Está demostrado, al menos con este reporte, que el comportamiento de los precios del camote es muy variable y por lo tanto es poco probable que pensemos en refugiarnos en él, a menos que se estudie cómo desarrollar este mercado en particular.
Por el momento, para que el gobierno siga con la libertad de no escuchar noticias de protestas, al menos por causa del pan, es necesario que piense en desarrollar mercados alternativos para producir un pan rico y barato para las grandes mayorías de peruanos que lo necesitan así. La eliminación de las tarifas a la harina de trigo, aunque positiva por un lado, sólo ha sido una solución temporal.
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