Ha nacido el Banco del Sur. La novedosa propuesta de regionalización y soberanía financiera para América Latina ha concretado su primer paso, luego de aprobarse, en Buenos Aires, el primer aporte de 7 mil millones de dólares por parte de los siguientes países: Argentina, Brasil, Venezuela, Uruguay, Ecuador, Paraguay y Bolivia. La idea, es alcanzar los 10 mil millones con los aportes de países que aún no apoyan la propuesta: Perú, Chile, Colombia, Surinam y Guyana. Así lo informa Página12, en su edición de hoy dia (ver aquí). También El Comercio da esta noticia de manera bastante suscinta (ver aquí).
Este aporte, apenas supera los 8 mil millones de dólares que fueron necesarios para dar origen a las Instituciones Financieras Internacionales (IFIs) surgidas en la conferencia de 1944, en Bretton Woods, Estados Unidos. Me refiero al Banco Mundial, al Fondo Monetario Internacional y la Organización Mundial del Comercio. Cabe recordar que las pérdidas globales acumuladas en materia económica, financiera y social por causa de los errores y desaciertos de las políticas recomendadas por las IFIs hacen pensar que la arquitectura implementada en aquel entonces tuvo serios problemas de diseño.
El quiebre del patrón oro-dólar en los setenta, la crisis de la deuda de los ochenta, la reticencia a la baja de la pobreza y el aumento vertiginoso de la desigualdad de los noventa, son sólo los dramáticos hitos que han descrito un panorama mundial sin alternativas claras de solución para las sociedades de los países menos desarrollados.
Bajo esa perspectiva, surge la idea de la necesidad de repensar Bretton Woods. O quizá mejor, rehacer Bretton Woods. Pero hasta que esto suceda... pasará todavía un poco de tiempo más.
Así, América del Sur, tuvo la iniciativa de buscar una solución concreta para sus propios países. Los primeros encuentros se dieron en la segunda mitad del año 2007. La BBC describe con su peculiar estilo lo que este acuerdo significaba por aquel entonces para las IFIs (ver más aquí):
Pero esta no es la única iniciativa concreta para la integración y soberanía financiera de los países sudamericanos. El otro punto clave es la moneda. Desde septiembre próximo, Argentina y Brasil comenzarán a comercializar sus bienes y servicios sin utilizar el dólar. Esta iniciativa permitirá encaminar uno de los proyectos más ambiciosos de nuestros países, en la cual se encuentra trabajando un economista peruano destacado: Oscar Ugarteche, la creación de la moneda única para América del Sur. ¿Es esto viable? De acuerdo con este investigador, si lo es. Esta propuesta se basa en la observación fáctica de que las principales monedas de América del Sur (con contadas excepciones) se han mantenido relativamente más estables que el propio dólar, haciendo posible la idea de una moneda resultante por una combinación de ellas.
Esto permitirá que el comercio de la región se fortalezca haciendo más competitivo y eficiente el intercambio entre sus países integrantes. A su vez, se evitarán los odiosos problemas que implica el comercio con el dólar al perder valor competitivo los productos transables de valor agregado. Otro problema que se evitaría sería el componente importado de inflación en nuestras economías. De esta forma, se estimulará el cambio de la matriz productiva que privilegia la exportación de materias primas hacia los países industrializados hacia una que fomente el desarrollo basado en industrias manufactureras que tengan como destino los importantes mercados del sur.
Es probable, que la soberanía política y económica de América del Sur, recién esté por comenzar. Resulta curioso sin embargo apreciar que en las páginas Web del Banco Mundial y del Fondo Monetario no aparece ninguna referencia a este hecho de singular importancia. A menos que uno tome como mensaje subliminal la noticia de primera plana, en el lado superior izquierdo de la Web del FMI, que reza asi:
Este aporte, apenas supera los 8 mil millones de dólares que fueron necesarios para dar origen a las Instituciones Financieras Internacionales (IFIs) surgidas en la conferencia de 1944, en Bretton Woods, Estados Unidos. Me refiero al Banco Mundial, al Fondo Monetario Internacional y la Organización Mundial del Comercio. Cabe recordar que las pérdidas globales acumuladas en materia económica, financiera y social por causa de los errores y desaciertos de las políticas recomendadas por las IFIs hacen pensar que la arquitectura implementada en aquel entonces tuvo serios problemas de diseño.
El quiebre del patrón oro-dólar en los setenta, la crisis de la deuda de los ochenta, la reticencia a la baja de la pobreza y el aumento vertiginoso de la desigualdad de los noventa, son sólo los dramáticos hitos que han descrito un panorama mundial sin alternativas claras de solución para las sociedades de los países menos desarrollados.
Bajo esa perspectiva, surge la idea de la necesidad de repensar Bretton Woods. O quizá mejor, rehacer Bretton Woods. Pero hasta que esto suceda... pasará todavía un poco de tiempo más.
Así, América del Sur, tuvo la iniciativa de buscar una solución concreta para sus propios países. Los primeros encuentros se dieron en la segunda mitad del año 2007. La BBC describe con su peculiar estilo lo que este acuerdo significaba por aquel entonces para las IFIs (ver más aquí):
En Washington, no se preocupan. Los funcionarios de los distintos organismos multilaterales han declarado en varias ocasiones que el Banco del Sur es una "alternativa" de financiamiento para la región, [es decir] una oferta más.El objetivo del Banco del Sur será, según su acta fundacional "... financiar el desarrollo económico y social de los países de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) miembros del Banco, en forma equilibrada y estable".
Pero esta no es la única iniciativa concreta para la integración y soberanía financiera de los países sudamericanos. El otro punto clave es la moneda. Desde septiembre próximo, Argentina y Brasil comenzarán a comercializar sus bienes y servicios sin utilizar el dólar. Esta iniciativa permitirá encaminar uno de los proyectos más ambiciosos de nuestros países, en la cual se encuentra trabajando un economista peruano destacado: Oscar Ugarteche, la creación de la moneda única para América del Sur. ¿Es esto viable? De acuerdo con este investigador, si lo es. Esta propuesta se basa en la observación fáctica de que las principales monedas de América del Sur (con contadas excepciones) se han mantenido relativamente más estables que el propio dólar, haciendo posible la idea de una moneda resultante por una combinación de ellas.
Esto permitirá que el comercio de la región se fortalezca haciendo más competitivo y eficiente el intercambio entre sus países integrantes. A su vez, se evitarán los odiosos problemas que implica el comercio con el dólar al perder valor competitivo los productos transables de valor agregado. Otro problema que se evitaría sería el componente importado de inflación en nuestras economías. De esta forma, se estimulará el cambio de la matriz productiva que privilegia la exportación de materias primas hacia los países industrializados hacia una que fomente el desarrollo basado en industrias manufactureras que tengan como destino los importantes mercados del sur.
Es probable, que la soberanía política y económica de América del Sur, recién esté por comenzar. Resulta curioso sin embargo apreciar que en las páginas Web del Banco Mundial y del Fondo Monetario no aparece ninguna referencia a este hecho de singular importancia. A menos que uno tome como mensaje subliminal la noticia de primera plana, en el lado superior izquierdo de la Web del FMI, que reza asi:
El FMI advierte del riesgo de inflación en América Latina. El Director Gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn, manifestó su preocupación por la intensificación de las presiones inflacionarias en América Latina y señaló que los países de la región deben actuar con decisión para hacer frente a dichas presiones. En el Primer Encuentro de Ministros de Hacienda de América y el Caribe, celebrado en Cancún, México, el 24 de junio, Strauss-Kahn afirmó que el alza de los precios mundiales del petróleo y los alimentos ha impulsado las recientes presiones sobre los precios y ahora crea riesgo de mayores expectativas inflacionarias.¿Se unirá el Perú a esta propuesta? Con la vocación pro neoliberalista de Alan García, lo dudo bastante. Pero quizá por ahi haya alguna sorpresa de su parte.