Finalmente, se desencadenaron las presiones del sector empresarial para que el Gobierno haga algo concreto para afrontar la crisis internacional. El día de hoy, el diario El Comercio publica lo siguiente (énfasis mío, ver nota completa aquí, html):
El presidente de la Confiep, Jaime Cáceres Sayán, dijo que el Gobierno debe ser más realista y poner en marcha medidas urgentes contra la crisis financiera, cuyos efectos ya comenzaron a sentirse en las exportaciones peruanas y en algunos planes de inversión en sectores clave. Además, el líder empresarial pidió al Gobierno no insistir en el supuesto blindaje del Perú, ya que la recesión mundial sí afectaría a nuestro país."Creo que el Gobierno y el Ministerio de Economía tienen que poner los pies sobre la tierra", dijo el líder empresarial.
Al parecer, los discursillos de Alan sirvieron para brillar tanto tiempo como lo que tomó para ser pronunciados. Sin embargo, me pregunto por qué los empresarios recién están pronunciándose con este calibre de declaraciones a la prensa más próxima al oficialismo.
Se pueden abrir varias hipótesis. Señalaré solamente dos:
La primera, es que los empresarios confiaban sinceramente en las afirmaciones de varios economistas locales y foráneos que aseguraban que el Perú es el país blindado por excelencia. Craso error. La economía no es una ciencia exacta. Más vale escuchar opiniones de uno y otro lado para hacer un balance adecuado para tomar decisiones. En el lenguaje de los inversionistas, más vale que pongas las orejas en economistas de diferentes vertientes que en una sola nada más.
La segunda, es que paralelamente a las pocas discusiones que se han venido realizando entre algunas organizaciones de la sociedad civil y las universidades para obtener ideas sobre qué se puede hacer para afrontar la crisis venidera, los empresarios estaban aprovechando el tiempo para hacer sus lobbys tras el mostrador buscando obtener pre bailouts (esto es, pre-rescates). Obviamente, con el objetivo de afrontar la crisis utilizando los recursos públicos ahorrados por el Estado durante la reciente época de bonanza. No obstante, el gobierno parecería demorar demasiado en cumplir con estas promesas de rescate y por eso la Confiep sale a reclamar haciendo su escándalo.
No sería raro que en breve este gremio comience a auspiciar eventos donde cite a los economistas de corte keynesianista más destacados para que comiencen a dar sus recetas.
Lo que haga el gobierno a continuación, recién pondrá a prueba la capacidad de maniobra de Don Alan García Pérez. No hablo en términos políticos, sino también en términos económicos. Se acabaron los discursillos (aunque García se aferre a ellos). Debe haber actuación cierta y transparente para responder a la crisis.
Lo más importante ahora es que el Presidente convoque a un diálogo urgente con todos los actores de nuestra sociedad sobre lo que va a ser necesario hacer con los destinos de nuestro país en el corto y el mediano plazo. Es necesario realizar un plan concertado para pasar bien por este trance.
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Actualización: No me había dado cuenta de la columna de Jaime de Althaus quien ahora es el nuevo paladín de los campesinos de los andes, de las AFP en crisis, que reclama a gritos que el Ministro de Economía sea audaz y no tan cauteloso... y termina en el reclamo del plan anticrisis como lo había hecho hace un momento.
Por su parte Yehude Simon, se escandaliza por lo que significaría el final de la "luna de miel" entre los empresarios y el gobierno.
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