Cinco miembros del ejército de los Estados Unidos acaban de recibir
autorización de parte del Congreso de la República, a solicitud del Presidente y con la aprobación del Consejo de Ministros, para ingresar al Perú durante aproximadamente 4 meses (contados a partir del 20 de enero) con "... la finalidad de realizar un entrenamiento denominado Despliegue contra el narcoterrorismo (CNT 006W) con personal del Ejército y de la Policía Nacional del Perú". El entrenamiento incluye la capacitación en los siguientes tópicos:
- Derechos humanos
- Tácticas contra el narcoterrorismo
- Tácticas de unidades pequeñas
- Manejo de armamento
- Adiestramiento avanzado de puntería
- Técnicas de infiltración y evacuación
- Navegación por tierra diurna/nocturna
- Primeros auxilios
Las ciudades donde tendrán lugar tales capacitaciones son Tarapoto y Mazamari. Tal como señala la resolución legislativa, los gastos asociados a este despliegue correrán plenamente a cuenta del gobierno de los Estados Unidos de América en tanto que los beneficios son de total interés para el Estado peruano, el Ejército y la Policía Nacional del Perú.
El permiso brindado por el Estado peruano para el ingreso de tropas militares al país se fundamenta en los siguientes principios:
- No afectará la soberanía nacional
- No afectará la integridad territorial
- No se instalarán tropas militares
Algunos patrones...No es la primera vez que el gobierno de los Estados Unidos de América solicita el ingreso de alguna de sus tropas a nuestro país, ni tampoco es la primera vez que nuestro Congreso le brinda el permiso respectivo bajo las premisas antes señaladas. He encontrado por ejemplo una
nota de prensa del 5 de diciembre del 2002 (072-02 OIP) donde Ministerio de Defensa peruano destaca como el Perú y los Estados Unidos son "amigos y aliados" en la lucha contra el terrorismo por el desarrollo de este tipo de acciones. Es decir, es muy frecuente este tipo de relación entre nuestros gobiernos; sin embargo estas nunca han sido evaluadas ni debatidas por la ciudadanía ni en los espacios académicos ni mucho menos en la prensa ya sea por sus implicancias o consecuencias sobre los sistemas políticos o sociales de nuestro país.
Existe un principio de la economía estándar que declara que 'no hay merienda gratis' y asimismo es por casi todos conocido que un principio de la política contemporánea es que Estados Unidos es uno de los pocos países que tiene presencia militar a escala internacional cuyos efectos no son neutrales respecto de la soberanía de los países que ocupa. Sin embargo, ocupémonos en revisar algunos de los ingresos militares recientes a nuestro país, y observemos la similitud de las fórmulas de ingreso:
El primero de ellos es la resolución legislativa 28916, del 7 de diciembre de 2006, donde se permite el ingreso de 8 militares (la mitad de ellos con apellidos latinos) con su armamento reglamentario: cada uno con su pistola automática de 9 mm y rifle M4 y municiones diversas, las cuales se encuentran detalladas en la misma
resolución. En aquella oportunidad el ingreso tenía dos periodos de permanencia, del 9 al 22 de diciembre y del 4 febrero al 8 de marzo. La
justificación en aquella oportunidad tenía que ver con la realización de dos despliegues de entrenamiento contra el Narcoterrorismo (CNT) en la ciudad de Pucallpa denominados "Operaciones de Asalto en Aterrizaje y Operaciones Posteriores - LASO" con personal de infantería y de fuerzas especiales de la Marina de Guerra del Perú. No obstante, ni la resolución ni la iniciativa indican quien financió tales operaciones. Solo se imprime el clisé 'La presente resolución no iroga gasto alguno al Estado". Y punto.
El segundo, es la
resolución del 19 de octubre del mismo año, donde se brinda entrada a 7 militares (sólo uno aparece con apellido latino) con su respectivo armamento personal M4, M9 y pistolas de 9 mm junto con municiones de diverso tipo que se detallan en el mismo documento. También figuran tres laptops HP que ingresaron con el personal militar. La justificación nuevamente es la de realizar un entrenamiento de despliegue contra el Narcoterrorismo (CNT) con personal de la Policía Nacional del Perú (de la DINOES y el SUAT). Los temas de capacitación presentados fueron los mismos que aparecen en la relación dada más arriba (derechos humanos, puntería, etc.); no obstante, ni la resolución ni la iniciativa legal presentan la ciudad donde se iban a realizar tales operaciones.
Como se puede apreciar, el patrón es el mismo: Un equipo de militares americanos pequeño, con la presencia de algunos de ellos con apellidos latinos, portando armamento personal (pistola 9 mm y rifles M4 o M9), municiones, y equipo informático. La justificación es siempre la misma, realizar un entrenamiento de despliegue contra el narcoterrorismo y los beneficiarios son fuerzas especiales ya sea del ejército, la marina o la PNP. Las ciudades donde se realiza la capacitación son principalmente de la selva. El financiamiento de estas operaciones, en todos los casos, al parecer corre por cuenta del gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica.
Aunque no conozco un informe formal sobre los resultados de estas operaciones, si encontré una presentación de las oficinas que trabajan en este marco de acciones (contra el narcoterrorismo) en la web de la Embajada Norteamericana
aquí.
No sólo USA, también Gran Bretaña y México...Fue interesante ver que no sólo Estados Unidos, sino también Inglaterra y México han solicitado el ingreso de personal militar a nuestro territorio. No obstante, veremos que las características de las visitas son distintas a las realizadas por USA.
En efecto, en el caso de Gran Bretaña, la resolución
28886 del 21 de setiembre del 2006, autoriza el ingreso del personal militar (el cual incluye a nativos de Gran Bretaña, Fiji, a bordo del buque HMS "CHATAM" Fragata Tipo 22, para realizar una visita protocolar al Puerto del Callao, entre el 29 de setiembre y el 6 octubre del 2006. En el texto de la
iniciativa aparece una frase por demás artificial en la que se señala que "es de interés de la Marina de Guerra del Perú, recibir al personal militar que arribará a bordo de la mencionada unidad naval de la Armada Real Británica, a fin de reafirmar las excelentes relaciones que se mantiene con la Armada de dicho país, así como intercambiar experiencias y conocimientos". Se destaca tales beneficios en los que la Marina de Guerra corrió únicamente con los "costos mínimos" relacionados con dicha visita sin precisar la cantidad exacta que ello significa. Lo importante es que estos costos estaban previstos de financiar en el presupuesto de este sector.
En el caso de
México, cuya resolución fue aprobada justo un día antes de la visita, se le permitió al buque Patrulla Océanica ARM OAXACA realizar una visita protocolar al Puerto del Callao, entre el 4 y 6 de diciembre de 2006, con 85 personas a bordo. En realidad, la mayoría de estos viajes son de
instrucción de sus propias fuerzas especiales y para probar las capacidades operativas de su navío con sus respectivos equipos de avanzada, incluyendo el helicóptero que transportaban. No obstante, en esta oportunidad, este navío estaba en camino hacia la Exponaval 2006 a realizarse en la ciudad de Valparaíso en Chile. El texto de la
iniciativa sin embargo enfatiza (casi repitiendo el argumento en los puntos 4 y 6) que existe la "...finalidad de fortalecer los lazos de amistad y cooperación entre la armada de México y la Marina de Guerra del Perú, asimismo realizará un ejercicio para mostrar las características operativas y compartir experiencias en la aplicación del trinomio buque-helicóptero-embarcación interceptora." Al igual que en el caso de la visita del buque británico, la iniciativa legislativa señala con claridad que el ministerio del sector asumirá los costos mínimos de ejecución relacionadas con la vista, los cuales estarían previstos en el presupuesto del mismo.
En conclusión...Como se ha podido apreciar, las visitas realizadas tanto por las fuerzas armadas británicas como las mexicanas han supuesto un objetivo protocolar en el puerto principal de nuestro país, los cuales sin embargo no significaron que fueron sin costo para nosotros. Esto marca una diferencia notable con las visitas realizadas por el personal militar de los Estados Unidos de América, donde se presenta con claridad los objetivos militares de lucha contra el narcoterrorismo (tema que es fundamental en la actual política externa de ese país) bajo la forma de un entrenamiento y capacitación gratuitos a parte de nuestras fuerzas del orden. Las visitas incluyen el ingreso efectivo de armas a nuestro país, en una cantidad por supuesto irrisoria, pero lo que importa es la estrategia de inteligencia seguida por estas fuerzas en territorio pertinente con el tema del narcotráfico y por periodos cada vez más largos.
Realmente nuestra soberanía no corre peligro? No existen instalaciones militares extranjeras en nuestro territorio? Mejoraron notablemente los conocimientos y procedimientos de nuestros militares y policías? Estas respuestas quizá nunca sepamos responder a ciencia cierta. Pero es un tema que tenemos derecho de conocer y saber qué hicieron realmente y qué efectos tienen en la dinámica política, social y económica de aquellas regiones o incluso de nuestro país.