Las finanzas americanas están en caída libre. Ningún economista serio se atrevería a pronosticar cuando parará esta crisis ni que tan profundo serán arrastrados los mercados de valores del mundo, tan integrado como esta ahora. En este momento, ni los políticos se salvan de sus diagnósticos y propuestas. El candidato McCain ha tenido que cambiar su palabra de hace 36 horas cuando afirmaba que los fundamentos de la economía americana eran "fuertes" para señalar hoy que se encuentran ante una "crisis total". Tampoco hay claridad entre los analistas sobre qué es lo que pasará después que termine el terremoto financiero más grande de la historia post moderna. Aunque ya se emiten algunas voces sobre la necesidad de revisar los fundamentos filosóficos para reconstruir la economía mundial.
Por lo pronto, el gobierno de los Estados Unidos ha decidido intervenir en la economía contraviniendo abiertamente e ideológicamente a Milton Friedman y sus seguidores, nacionalizando varios bancos en quiebra. Luego del rescate de bancos como Fannie y Freddy, la caída libre sin paracaídas de Lehman Bros, el Tesoro ha decidido rescatar al gigante americano de los seguros AIG. Estos rescates financieros van costando a los ciudadanos estadounidenses más de 200 mil millones dólares. Y es probable que este costo pueda llegar a duplicarse con facilidad a medida que otros bancos o aseguradoras vayan colapsando.
Algunos analistas van dando respuestas inciertas a cientos de ciudadanos americanos sobre los efectos de esta crisis en su economía familiar. Lo más probable es que haya un aumento de impuestos, un menor nivel de consumo, una menor tasa de crecimiento de la economía y un aumento en la tasa de desempleo abierta. Ello tendrá como consecuencia una menor demanda de los productos básicos que exportamos, cuyos precios han comenzado a caer paulatinamente (ver datos del BCRP aquí, pdf). Nuestro ahora hidalgo ministro de economía sólo atina a decir que el Perú en particular "no estamos en ninguna crisis" y que se ha ahorrado algo de los impuestos recaudados en los últimos dos años para que el gasto público no se vea afectado (ver aquí).
¿Que dice el FMI ante esta penosa situación? Según palabras de su director "Lo que es importante ver es que esta [crisis] influirá en la economía real, pero que la economía real es resiliente tanto en los países desarrollados como emergentes." No se que tanto le creerán los inversionistas y los gobiernos de los países emergentes puesto que las recetas del FMI ahora están muy desacreditadas. Sobre todo al considerar la moral de doble rasero que este organismo utiliza al evaluar las políticas que acaba de implementar los Estados Unidos para salvar su mercado financiero: "Nosotros saludamos las medidas tomadas por los bancos centrales para ayudar a fortalecer la liquidez disponible".
¿Es posible que los gobiernos de América del Sur puedan hacer algo frente a este contexto? Al parecer sí. La oportunidad de abrir y concertar un area financiera, comercial y económica común, integrada por países suramericanos respaldado en las sólidas bases macroeconómicas que proclaman países como Perú y Chile, es una tarea que debiera concretarse en las próximas semanas. Paradójicamente, estos dos son los que aún no forman parte de esta iniciativa que puede ser una oportunidad clave para el desarrollo alternativo de la región (dejando de lado el modelo primario exportador que ahora Dani Rodrik dice, ya fue). Ojalá Bachelet y García se decidan de una vez por todas a contribuir a este proyecto que ya Lula y Fernández han tomado partido. Quizás la crisis americana los obligue a cambiar de rumbo, de manera responsable.
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Lea este artículo editado por Oriana para Latindadd aquí.
Vea cronología de la crisis en BBC.
Vea también el seguimiento de Forbes.
Vea una curiosa nota sobre los trabajadores de los bancos nacionalizados.
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