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jueves, julio 19, 2007

La venganza de los ocho tractores

Hace un par de meses, el 4 de mayo, el Presidente Alan García, tuvo la imperdible oportunidad para inaugurar Sierra Exportadora en Andahuaylas. Ello se debía a que esta región era la única que no fue afectada por la helada de marzo que destruyó la producción agropecuaria de la sierra central del Perú. En aquella oportunidad, el Presidente cometió dos errores más que podrían haber calentado los ánimos de los andahuaylinos que reventaron hace poco:
  1. En primer lugar, el Presidente entregó ocho tractores (en realidad la entrega era simbólica pues se suponía que venían muchos más) a los agricultores apurimeños en calidad de donación para que pudieran trabajar sus respectivas tierras a todo dar. Estos tractores los compró Palacio a una empresa privada (Gildemeister?) pero no los pagó en su momento. Como es de esperarse, cuando los campesinos quisieron usarlos, la empresa los trajo de vuelta a la ciudad de Lima lo que enfureció a esta población por la mecida o tomada de pelo tan grotesca.
  2. En segundo lugar, el Presidente anunció que habían los recursos para construir la carretera interoceánica que iba a pasar por "Chalhuanca", pensando que este lugar pertenecía a Andahuaylas. Los comuneros comenzaron a silbatear y abuchear al Presidente por tal desconocimiento, mientras que Alan se preguntaba que pasaba. Cuando el bajó del podio, un lugareño le explicó cual había sido su torpeza. Sin pensarlo dos veces, reaccionó subiendo al estrado para afirmar que "la carretera tambien va a pasar por aca". Esto por supuesto, no paró las pifias que aparecieron desde el inicio de su discurso.
Hasta aquí todo parecía perdonable. No obstante, la pólvora que reventó los ánimos de esta gente fue que el precio del saco de úrea pasó de 70 a 105 soles lo que encarecía significativamente sus costos operativos para producir un bien que tiene un bajo precio en el mercado: la papa. Basta chequear las noticias anuales de la sobreproducción de este producto para darse cuenta del problema que esto significa. Según algunas estimaciones, una familia dueña de una finca de un poco más de 1 Ha (que es el promedio de propiedad regional) puede tener un retorno de alrededor de 5 mil soles los que les deben alcanzar para vivir y sembrar el siguiente año, es decir a razón de 416 soles mensuales. Como no se logra colocar todo en el mercado, la papa perdida pasa a convertirse en chuño lo que puede consumirse a lo largo del año compensando eventuales pérdidas en consumo alimentario.

Si se les aumenta el costo directo de insumos directos tan básicos como la úrea, ¿Cómo podrán resistir una nueva campaña?

Es por eso que fue bastante pertinente el anuncio del Ejecutivo para exonerar del IGV a diversos fosfatos, nitratos y abonos usados en la agricultura para que las aguas sociales pudieran retomar la calma.

No obstante, este tipo de medidas, junto con la reducción a cero de la tasa arancelaria del trigo o la aplicación del fondo para la estabilización del precio de los combustibles, pueden ser un conjunto de señales negativas para el funcionamiento futuro del mercado. Todas ellas hacen pensar que el gobierno aprista esté tentado por aplicar un populismo disfrazado de liberalismo. O el modelo que Bruno Seminario describió al fujimorismo: "liberalismo en las ciudades y populismo en la sierra".

Como sea, los agricultores andahuaylinos, no desean que se les vuelva a tomar el pelo y no es que estén desinformados como aparenta presentar su presidente regional. Tal vez, si aquel dia de mayo se hubiera entregado los tractores con todos los gastos pagados, habríamos tenido una preocupación menor que alimentara el fuego de la convulsión social en esa región. Si no, no tendríamos a David Salazar (el Presidente Regional) diciendo:
Lo que él [el Presidente] haya ofrecido lo va a cumplir y es un tema solamente de un proceso de licitación, y antes del inicio de la campaña agraria, donde se utiliza el tractor para arar la tierra, van a estar esas máquinas en Apurímac [...]
Todo parece indicar que el Presidente Alan García era el desinformado en aquella oportunidad y que necesita de los gobiernos regionales o de su Primer Ministro para que le cubran sus metidas de pata.

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