Aunque el problema de contaminación provocada por Doe Run no es para nada gracioso, he encontrado un cartoon que muestra, con bastante ironía, el problema que esta compañía representa no sólo aquí, en La Oroya, a 410 km de la capital peruana; sino también en Herculaneum, una pequeña ciudad ubicada sobre el río Missisipi, muy lejos, en los Estados Unidos.
La diferencia entre el problema ocurrido en La Oroya y Herculaneum es que el gobierno local de este último firmó un acuerdo con Doe Run para esta comprara las viviendas de casi 170 familias que viven en los alrededores de la zona de impacto de la minera a fin de que puedan mudarse a un lugar donde no sean afectados. Aunque esta parece ser la solución óptima, algunos diarios estadounidenses han dado a notar el problema psicológico que esta mudanza ha originado en las parejas de edad mediana y avanzada (por encima de los 45 años) ya que hay tantos recuerdos que deben dejar atrás obligados por los efectos contaminantes de la minería en su zona. También han habido problemas relacionados con el dinero pagado por la compañía, el cual no necesariamente cubriría las expectativas de vida de estas personas ya que les ha sido más difícil encontrar nuevos empleos en los lugares a donde se mudan por su mayoría de edad relativa (ver columna aquí).
En el caso peruano, las soluciones más recomendables parecen ser sólo problemas. Mientras que por un lado sería muy difícil que la compañía movilice a las cerca de 7 mil familias que residen en este lugar por la sencilla razón que la población joven y adulta vive del trabajo a socavón, y de hecho lo defienden (los puestos administrativos son para foráneos); los planes de adecuación ambientales (PAMA) parecen difíciles de cumplir por un sinnúmero de restricciones técnicas y operativas que al parecer no fueron comprendidas -adrede?- inicialmente (ver en este sitio la justificación técnica presentada por Doe Run para aplazar la implementación del PAMA).
En este entorno, la compañía no ha tenido mejor idea que sembrar algún tipo de plantas biónicas sobre los cerros de relave que se encuentran en los bordes de la ciudad para que "no se vea feo", instalar algunos baños bien equipados en la ciudad para enseñar a los niños que se deben lavar las manos siempre, e instalar una multitud de avisos y grafittis donde se rotula siempre "Trabajando con el consentimiento público".
Lo anterior ha dado pie para que algunas iniciativas locales e internacionales sean los principales agentes de cambio en la zona, ya que los gobiernos locales están sintomáticamente alineados con la compañía. Algunas leyendas urbanas al respecto refieren que les consiguen visas los dirigentes para que vayan a vivir a Estados Unidos, les compran departamentos en New York y les brindan educación a sus hijos por allá.
Una de estas iniciativas globales, es la Asociación Interamericana para La Defensa del Ambiente (AIDA ver web) que ofrece abundante información sobre el problema de la contaminación en La Oroya. Destacan los estudios de contaminación por plomo en la sangre de los niños (donde más del 67% de ellos tiene índices alarmantes) realizados por DIGESA en 1999, estudios de salud de la CDC de los Estados Unidos, publicaciones oficiales del Ministerio de Energía y Minas, documentos oficiales de Doe Run Peru, así como un conjunto de informes de monitoreo cronológico de eventos relevantes sobre este tema (ver enlace). Por último, la propia AIDA ha realizado un estudio que merece la pena revisar (descargar aquí pdf).
Ojalá tenga resultados pronto, de tal manera que todos salgan ganando ya que este juego de suma cero, donde sólo la compañía gana y el resto sale siempre perdiendo, siempre traerá nuevos conflictos indeseables para nuestra sociedad.
--------------------
El cartoon fue obtenido de este sitio.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario