- Voz y responsabilidad
- Estabilidad política y ausencia de violencia
- Efectividad gubernamental
- Calidad de la regulación
- Estado de Derecho, y
- Control de la Corrupción
Como es evidente, frente a la tranquilidad del océano de cifras macroeconómicas (baja inflación y crecimiento económico a tasas promedio estables) tenemos un país convulsionado en las calles y en las cifras de pobreza. Esta constatación ha hecho que algunos pensadores locales piensen que la economía se ha desconectado de la política, lo cual parece tener cierto asidero según estas cifras.
Lo que llama la atención en este punto, es como Chile sale siempre bien parado. Es que trabajan bien pues. No obstante, en este último gráfico queda claro que no depende del nivel de vida alcanzado por el país para observar un menor o mayor nivel de control de la corrupción. Si no vean como superamos a Argentina o Venezuela. Gozamos de un punto intermedio que 'pasa piola' como algunos suelen decir en estos temas.
En conclusión, es necesario mejorar nuestro desempeño en estos y el resto de indicadores presentados por el estudio. Aunque sólo uno de estos indicadores lo tenemos bien, pero siempre segundos respecto de Chile: la calidad regulatoria. Esto equivale a decir que contamos con un buen sistema legal, pero operado por un mal conjunto de recursos humanos. Ojalá avancemos para la próxima medición.
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