¿Que tan preparada se encuentra nuestra población para afrontar con éxito un terremoto? De acuerdo con la última encuesta de septiembre del IOP de la PUCP, un poco más de la cuarta parte de la población mayor de 18 años de Lima Metropolitana se encontraría preparada para afrontar un terremoto en nuestra ciudad, dado que habría participado de algún simulacro de prevención de tales eventos en los últimos 12 meses. La distribución de respuestas a la primera pregunta aparece a continuación (¿Ha participado de algún simulacro de terremoto en los 12 últimos meses?):
De este grupo, la mayor parte ha recibido entrenamiento gracias a la iniciativa empresarial (ver cuadro sgte. con respuestas a la pregunta ¿Quién organizó el último simulacro que participó?). No obstante, esto significa que las clases más bajas no se benefician de estas iniciativas dado que trabajan en el sector informal o en el autoempleo. Esto se aprecia claramente en el cuadro anterior donde el porcentaje de población D/E que ha participado de algún simulacro es menos de la mitad del A/B o del C.
También se aprecia una ligera desventaja de las mujeres frente a los varones, ya que un menor porcentaje de ellas participaron de algún simulacro (25% vs 27% respectivamente) lo que constituye un factor de riesgo para su autoconservación durante un terremoto, tal como quedó evidenciado en el terremoto de Ica, donde murieron más mujeres que varones. De hecho, si no fuera porque las mujeres estudiaran, no habrían recibido un entrenamiento a través de un simulacro.
Ni Defensa Civil, ni el Gobierno Local, ni la Junta de Vecinos ni las iglesias aparecen como organizaciones relevantes en estos menesteres.
¿Quien o quienes deberían liderar la preparación de la población para este tipo de desastres? Recuerdo bien que en el pasado hubo toda una campaña liderada por Defensa Civil que decía: "Defensa Civil somos todos". Y tenía mucha razón aunque no necesariamente este slogan tenía un mensaje claro. Aunque se dejaba entrever que todos deberían participar en la preparación para tales situaciones.
Creo que debería relanzarse una campaña como aquella que no sea tan mediática para incrementar el nivel de participación de la población en procesos de prevención sistemáticos contra terremotos. Que sea por lo menos una vez al año en todo el país, o en los lugares donde existe un mayor riesgo sísmico.
Y ya que estamos tan acostumbrados a instituir un día de no se qué baratija, que se instituya un día de la prevención contra terremotos y que allí se dediquen todos los esfuerzos del Estado y de la sociedad civil para organizar y preparar a la población para que afronte con mayor éxito tales desastres.
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