Luego de revisar varios pronósticos sobre el crecimiento económico del próximo año, el cual se verá severamente impactado por la recesión mundial, me atrevo a realizar el mío. Lo sitúo en 3.7%, aunque en verdad esta es la base del rango que va hasta 4.7%.
Para este pronóstico tomo como base el estudio que he citado varias veces de Osterholm y Zettelmeyer (FMI, 2007) quienes estiman que la varianza de la economía peruana se encuentra correlacionada entre 0.4 y 0.5 veces la varianza de la economía mundial. De acuerdo con el mismo estudio, la parte más honda de la crisis será al término de 4 trimestres y medio. Ello implica que como la caída severa de los precios de los minerales se dio en octubre, esto nos llevaría a tener nuestro trimestre más duro hacia noviembre o diciembre del 2009.
Tomo el valor en la base porque soy un tanto pesimista de las fortalezas de nuestra economía y del impacto del Plan Anticrisis. En el primer caso, por nuestra extremada dependencia de la economía minera; y, en el segundo, porque antes de manifestarse la crisis financiera el BID estimaba que el Perú debía destinar por lo menos 4.43% de su PBI para evitar que la pobreza aumente. El famoso Plan sólo contempla recursos por un 2.2% del PBI. Menos de la mitad de lo necesario sin la crisis financiera.
Esta crisis parece que se sentirá primero en provincias donde ya se está secando la oferta de empleo temporal relacionada con los sectores extractivos. El último lugar donde se sentirá será obviamente Lima debido a su mayor diversificación productiva.
Espero sin embargo que el juego psicológico de Alan García funcione un poco para incentivar el espíritu animal de nuestros inversionistas locales y foráneos. El slogan "Año de la unión contra la crisis externa" puede abrir muchas oportunidades para reformas en la economía solidaria y la responsabilidad social frente a una crisis real que se avecina. El experimento de la Teletón podría servir para seguir convocando fuerzas y voluntades para resolver sobre la marcha los problemas que se irán dando.
Una nota final sobre los recientes pronósticos del BCRP. Luego de revisar los datos del PBI nominales, observo que sospechosamente no publican los datos de los PBI reales percapita. Estos son importantes de conocer porque una de las discusiones centrales debería ser si el PBI del próximo año será suficiente para seguir reduciendo la pobreza. Mis cálculos realizados sobre la base de los datos reportados en la diapositiva 25 (pág. 11) revelan que el crecimiento del PIB pc de los próximos años serán: 8% (2008), 4.73% (2009) y 5.24% (2010). Ello significa que entre el 2009 y el 2010 no tendremos el incremento suficiente para impactar en la pobreza. Este debería ser por lo menos del 7% según el consenso discutido a principios de este milenio.
De lo anterior se desprende que el cálculo de la reducción de la pobreza nacional dará el material necesario para los últimos bombos y platillos para julio de 2009. Algo como para mantener a la gente confundida de cómo si se siente tan mal económicamente, el gobierno anuncia una nueva reducción de la pobreza. Es que claro, se jugará con los datos de un año de retraso, cuando todavía vimos algo del boom de crecimiento.
De aquí se desprende que el impulso necesario para salir airosamente de la crisis necesitaremos un importante nivel de inversión pública y privada. Para ello no debiera desalentarse la recaudación de tributos del sector privado. Y más bien debiera impulsarse el consumo de las masas trabajadoras que son las que moverán la demanda en los próximos años.